PARÍS.- En vísperas de la octava jornada de protestas de los chalecos amarillos, el Ejecutivo de Francia los calificó como «agitadores que promueven la insurrección para derrocar al Gobierno».
En marco de la primera reunión de Gabinete del 2019, el mandatario francés, Emmanuel Macron, les pidió a los ministros ser más firmes a la hora de aplicar reformas y combatirlos. A la vez, insistió en que la ley y el orden deben ser restaurados.
«Desde los anuncios, el movimiento de los ‘chalecos amarillos’, en lo que respecta a los que siguen protestando, se ha convertido en un asunto de agitadores que promueven la insurrección para derrocar al Gobierno. Debemos llevar al máximo el deseo de los franceses por el cambio porque es ese deseo el que nos llevó al poder (…) quizá se han hecho demasiadas concesiones al conservadurismo, y habrá que cambiar eso», afirmó el portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux.
Desde mediados de noviembre los chalecos amarillos se manifiestan en todo Francia, e incluso en algunas capitales extranjeras. El reclamo de ellos se debe a las políticas energéticas adoptadas por el Ejecutivo de cara a su tercer año de Gobierno, sin embargo con el correr de las semanas se sumaron más sectores con diferentes descontentos.
Las jornadas estuvieron protagonizadas por detenidos y heridos, sin embargo algunas llegaron a cifras históricas como la del 8 de diciembre donde existieron 1700 detenidos. Además, en total siete personas murieron y la esperanza de crecimiento económico para el 2019 bajó antes de que el año comience.