KASTANIÉS.- Los incidentes comenzaron temprano en la mañana de este viernes, cuando pequeños grupos de migrantes y refugiados intentaron cruzar hacia Grecia junto al puesto fronterizo de Kastaniés.
Según las imágenes de la prensa local, la policía griega repelió a los migrantes con cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma, operación que las autoridades turcas contestaron también con el uso de gases dejando a los refugiados en el medio.
Durante los últimos dos días, tal vez debido al mal tiempo, los intentos de cruzar la frontera habían disminuido, a pesar de que miles de personas siguen apostadas a lo largo de la frontera, ahora más dispersos que hace una semana cuando comenzó este éxodo, tras la suspensión de facto por parte de Turquía del acuerdo migratorio con la Unión Europea.
Ese jueves la ONU abogó por un trato digno y apoyo humanitario para los migrantes y refugiados sirios y de otras nacionalidades que tratan de llegar desde Turquía a Europa.
🎥🇹🇷🇬🇷 Video emerges of migrants being shot, injured & in one case killed on Turkish/Greek border.
The video is graphic.
The Turkish governor says the shots were fired by Greek border guards. 6 injured – 3 in legs/feet, 1 in groin, 1 in leg, 1 in chest – he later died. pic.twitter.com/GN2OP5OPoI— Mark Stone (@Stone_SkyNews) March 4, 2020
Stéphane Dujarric, portavoz de Naciones Unidas, señaló que “lo que es de una importancia crítica es que sus derechos sean respetados, que su dignidad sea respetada, que haya solidaridad global”.
Durante los nueve días, miles de personas han intentado traspasar la frontera turco-griega, alentados por las autoridades de Ankara, que busca presionar a los países europeos para que libere más fondos para palear la crisis migratoria que vive Turquía, sobre todo de sirios, que viven en su territorio y para que avale su presencia militar en Siria combatiendo las fuerzas de Bashar al Asad y sus aliados rusos.
Este jueves Rusia y Turquía acordaron un alto al fuego inmediato en la provincia de Idlib, escenario de duros combates en los últimos días y donde Naciones Unidas denuncia que se da una de las peores crisis humanitarias desde que empezó la guerra siria en 2011.
Naciones Unidas tomó nota de ese compromiso y espera en que dé pie a un “cese de las hostilidades duradero que garantice la protección de los civiles en el noroeste de Siria”.
En total, desde el viernes pasado Atenas asegura que prohibió la entrada de 36.649 migrantes y refugiados y detuvo a 252. Este jueves hubo un refugiado muerto y 6 más heridos a mano de las autoridades helenas.