MADRID.— Grecia y Polonia y España cancelaron la propuesta de la Comisión Europea (CE) de reducir en un 15% la demanda de gas en el bloque comunitario hasta abril de 2023.
Por su parte, Polonia no aceptará reducir el consumo de gas, como aceptaron hacerlo otros países de la Unión Europea, declaró este lunes en una rueda de prensa la ministra polaca de Clima y Medio Ambiente, Anna Moskwa.
«Lo que la Comisión Europea ha propuesto es un nuevo mecanismo de solidaridad de gas. Lo que es inaceptable en las propuestas de la Comisión Europea son los intentos de imponer mecanismos de reducción obligatorios«, dijo la titular. Según Moskwa, «resulta difícil que el Estado acepte la reducción obligatoria del consumo de gas, sin saber cómo será el próximo invierno, sin tener garantizados sus propios intereses».
«Podemos hablar sobre el tema de los mecanismos voluntarios, podemos hablar sobre el tema de la economía en algunos países, como dice la agencia internacional de la energía«, agregó.
«Es difícil discutir los mecanismos obligatorios preparados por la Comisión Europea en unos pocos días, se puede decir, sobre la marcha. No podemos aceptar eso, y no solo nosotros. Grecia, Portugal, España, Chipre, Malta y otros países también se oponen a semejantes decisiones», recalcó.
Grecia
Grecia tampoco pudo aceptar la propuesta de la Comisión Europea, afirmó el portavoz del gobierno, Yannis Iconomou. «Tengo que decir que esa propuesta de la CE para reducir un 15% el consumo de gas, tal como lo publicó la CE, no puede aceptarse por nuestro Gobierno teniendo en cuenta el consumo promedio de los últimos 15 años«, dijo en una sesión informativa.
Según el vocero, para Grecia, el plan del Ejecutivo Europeo implica una reducción mucho mayor de un 24%. Señaló que algún tipo de reducción del consumo solo sería posible sobre la base de los datos del año anterior.
España
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, advirtió que su país no está de dispuesto a asumir medidas dictadas por la Unión Europea (UE) sin una discusión previa.
La propuesta de reducción de consumo de gas de la Comisión Europea (CE) ha empezado a desatar desacuerdos internos entre los países que conforman el bloque. España ya ha dicho que no seguirá el plan de ahorrar gas en 15% para depender cada vez menos de este combustible ruso.
Ahora el presidente español, Pedro Sánchez, ha realizado una serie de declaraciones que confirman el rechazo de la nación ibérica hacia las políticas de la Unión Europea encaminadas a evitar una posible crisis energética durante el próximo invierno.
«Lo que no podemos aceptar son imposiciones sin debate y sin consulta, y que tendrían un efecto lesivo sobre nuestro tejido industrial, sin un beneficio claro, además, para nadie», dijo el mandatario durante el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
La Comisión Europea propuso el pasado 20 de julio coordinar las medidas de reducción de la demanda de gas, estipulando que los Estados, inicialmente, se comprometen de forma voluntaria a reducir su necesidad en un 15% para el período entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023.
Una vez aprobada la regulación, la Comisión Europea, tras consultarlo con los Estados de la UE, podría emitir la llamada «advertencia» sobre la seguridad de los suministros, lo que significaría la obligación de todos los países de reducir la demanda. Ese mecanismo podría activarse si se reducen seriamente o cesan por completo los suministros de gas desde Rusia.