SANTIAGO.- Las violentas manifestaciones en varias ciudades de Chile dejaron al menos tres muertos en la madrugada del domingo, pese al toque de queda impuesto por los militares en la capital chilena y otros dos polos urbanos en un intento por contener protestas por el alza del transporte, que derivaron en saqueos e incendios.
Sebastián Piñera, presidente chileno, suspendió el sábado el alza del pasaje de tren que detonó las manifestaciones en la capital y que luego se extendieron a otras ciudades del país transandino.
Las restricción de movimiento y reunión, se aplicó en Santiago por primera vez desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, no detuvo las acciones de fuerza durante la noche con nuevos incendios y saqueos a establecimientos comerciales.
El Ejército recorrió las calles en tanques y vehículos pesados, sobrevoló la ciudad con helicópteros, tratando de evitar nuevos incendios en la red de trenes subterráneos, la más moderna de América Latina, que podría tener algunas líneas paralizadas por hasta seis meses, según Louis de Grande, presidente del Metro.
En una localidad del sur de Santiago tres personas murieron por un incendio tras el saqueo a un supermercado, la información fue confirmada por la gobernadora Karla Rubilar.
Este domingo, Santiago no cuenta con transporte público, ya que ademas de la suspensión total del metro, el sistema de buses detuvo su operación casi por completo tras la quema de decenas de vehículos en las calles.