NUEVAL DELHI.— La violación y el asesinato de una joven médico en un hospital de Calcuta sigue provocando protestas de miles de personas en las calles, casi un mes después de los hechos.
El miércoles por la noche las luces de esta gran metrópolis volvieron a apagarse simbólicamente durante una hora y miles de personas salieron a la calle con velas o antorchas.
«¡Queremos justicia!», gritaban a pleno pulmón un grupo de mujeres sentadas en la acera, ondeando banderas naranjas, blancas y verdes con los colores del país.
«Estamos esperando que la investigación arroje luz», dijo una maestra de 54 años, Parbati Roy.
«El corazón de todo el país está sangrando», dijo otra manifestante, Rubina Mukherjee.
La violación y asesinato, el 9 de agosto pasado, de una médico de 31 años en el hospital público de Calcuta donde estaba de guardia desató una ola de indignación en toda India, así como una huelga de varios días de los trabajadores de la salud.
Los padres de la víctima, que también estaban en la manifestación del miércoles, denunciaron el trato que recibieron.
«Queríamos recuperar su cuerpo, pero la presión era terrible», dijo el padre. «Nos obligaron a esperar durante horas en la comisaría cercana al hospital (…) y luego la policía nos arrebató su cuerpo para incinerarlo. ¿Qué necesidad había de incinerarlo tan rápido?», lamentó.
Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental es escenario casi diario de protestas desde el mes pasado para pedir a las autoridades que tomen medidas para proteger a las mujeres de la violencia sexual, endémica en India.
En 2022 se registraron unas 90 violaciones diarias en India, el país más poblado del mundo.