SANTIAGO.- El descontento social del país transandino generó un impacto mucho más grande en la economía chilena que el terremoto y el tsunami que azotaron al país en 2010 y devastó la región central.
El índice Imacec, un indicador mensual del Producto Interno Bruto (PIB), cayó un 5,4% en octubre respecto al mes anterior, superior a la caída del 4,1 % en marzo de 2010 que sucedió luego del sexto terremoto más grande jamás registrado en el mundo.
Un año antes, la economía se contrajo 3,4% en octubre, en comparación con el pronóstico de disminución de 0,5% de los economistas.
Las protestas que comenzaron el 18 de octubre han forzado el cierre de varios comercios, paralizaron gran parte del sistema de transporte público y obligaron a muchos empleadores a reducir la jornada laboral. La confianza empresarial ha caído en picada.
“Los datos destacan el impacto de los disturbios sociales en la actividad económica de Chile”, señaló Andrés Abadía, economista sénior de Phanteon Macroenomics en Newcastle, Reino Unido, en una nota a los clientes.
“Las protestas también han afectado la confianza empresarial y del consumidor y podrían mantener la inversión de capita y el consumo débiles por más tiempo de lo esperado”, agregó.
El Banco Central de Chile adelantó su próxima decisión de política monetaria al 4 de diciembre para pronosticar “información oportuna” sobre la economía tras semanas de disturbios.
Los swaps de tasas de interés muestran actualmente menos del 50% de posibilidades de otro recorte de tasas, luego de que el banco central redujera su tasa de política clave al 1,75% en los meses anteriores.
La catástrofe natural de 2010 cortó la electricidad del 93% de la población, cobró la vida de 50 personas y sintió a más de 1.000 kilómetros de distancia hasta el sur de Perú. Con una magnitud de 8,8, fue el sexto terremoto más grande de la historia. Aun así, la economía se recuperó en abril mientras se iniciaba la reconstrucción del país. No es probable que ese se el acaso actualmente.