ROMA.- Cientos de personas protestaron ayer contra la nueva política migratoria italiana que Matteo Salvini, líder de la Liga y actual Ministro del Interior, instalará próximamente.
Los manifestantes se reunieron en la puertas de un centro de detención de inmigrantes ubicado en Sicilia donde se encontraba el líder y reclamaron que el problema de los refugiados se solucione de la manera más humana posible.
«Italia no puede ser el campo de refugiados de Europa», dijo Salvini. Y agregó «Trabajaré con los socios europeos y los países africanos para quitar la ilusión a miles de personas desesperadas que piensan que aquí hay casa y trabajo para todos.
El problema en Italia es grave: el costo de cada solicitante de asilo y los tiempos de tramitación en el país son los más altos de toda Europa.
En concreto, la nuevo política migratoria plantea limitar la llegada de inmigrantes a las costas italianas, y a la vez aumentar las deportaciones de inmigrantes en situación irregular.