MADRID.- La pausa de verano está concluyendo y el tiempo vuelve a correr sobre los partidos españoles para formar Gobierno o terminar nuevamente en unas elecciones generales en noviembre.
Pablo Iglesias, secretario general de Unidas Podemos, pide al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que retomen las conversaciones en donde quedaron en julio, y reclama a Sánchez “sensatez” y descarta que los suyos “den el voto gratis”.
El 23 de septiembre cierra el plazo para la disolución automática de las Cortes en caso de que no exista un acuerdo de gobierno. Esta semana era clave en las negociaciones para saber si España tendrá nuevos comicios generales, de ser así serían las cuartas en cuatro años.
Sin embargo, el panorama no parece mejorar, en cuanto a alcanzar un acuerdo para la formación de un Gobierno. En un clima hostil, nadie quiere ser el agorero y menos el responsable de una ruptura que conduzca a la repetición electoral, pero ambos partidos parecieran estar esperando la rendición del otro.
La relación entre Sánchez e Iglesias se ha enfriado mucho durante estos meses, y ahora no está claro si ambos líderes podrían ponerse de acuerdo.
En términos objetivos no se puede descartar un giro de última hora que facilite un acuerdo de investidura, pero lo cierto es que el contexto parece más perfilado hacia las legislativas del 10 de noviembre que hacia un acuerdo entre ambos partidos.
El PSOE y Unidas Podemos se atizan desconfianzas, viejas y nuevas, a la par que se traspasan las responsabilidades y se muestran dispuestos a negociar hasta último momento. Más que hablarse entre ellos, hablan a los medios para justificar el atrincheramiento en sus posiciones.
Pedro Sánchez no quería una “investidura gratis” de la que nazca un Ejecutivo débil que se enfrente a los retos del Brexit y el reto económico que eso conllevará, por lo que rechaza la propuesta de Podemos de formar un gobierno monocolor. “Es una propuesta que no está en discusión”.
Admiten fuentes gubernamentales que el presidente nunca creyó en que la coalición era una buena salida y que si estuvo sobre la mesa en algún momento fue por error. No esperaban la renuncia de Iglesias a la vicepresidencia y su paso atrás les descolocó.
Desde Podemos, confían en que Sánchez se angustie a último momento y acabe por aceptar un cogobierno, con el fin de evitar elecciones generales. Es desde esa esperanza que los de Iglesias se sentarán a negociar este martes y por ello insisten en que el dialogo se debe reiniciar donde se dejó en julio.
“Confío en que en el último momento, al igual que en julio, rectificarán y ofrecerán un gobierno de coalición”, explica Iglesias.
