MOSCÚ.- El calendario del mandatario, Vladimir Putin, se convirtió a esta altura en todo un fenómeno comercial. Sus elevada ventas se deben a las imágenes del mandatario que figuran dentro de él.
En esta ocasión, las fotografías nadando en agua helada o montando a caballo con el torso desnudo parecen haber pasado de moda para el jefe del Kremlin.
En los últimos años el calendario de Vladimir Putin ha arrasado en ventas. Su éxito se debe a las imágenes del mandatario fuera de lo común. Por ejemplo, montando a caballo, pescando o incluso montado sobre el lomo de un oso.
Para la próxima edición, la del 2020, el Kremlin ha realizado un cambio total en este producto. Ahora Putin estará con traje, saludando a diferentes líderes mundiales y sonriendo junto a ellos.
La idea del cambio de imagen es transmitir no solo que es un tipo apto para actividades al aire libre y cercano al pueblo. Ahora, se pretende mostrar a un estadista, firme en las relaciones diplomáticas y como el moldeador de las políticas mundiales. Este año Rusia adoptó una política exterior mucho más agresiva, este cambio tiene sentido.
“Creo que ha sido un tema recurrente en la narrativa rusa: que Rusia es una gran potencia, que es uno de los centros mundiales de poder”, dijo Eugene Rumer, director del programa Rusia y Eurasia en el Carnegie Endowment for International Paz a The Washington Post.