VLADIVOSTOK.- El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó hoy de sustancial su primer cara a cara con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en el que ambos abordaron medidas para mejorar la situación en la península coreana.
En el inicio de la reunión, celebrada en la universidad de la Isla Russky, a la que se accede cruzando un puente desde Vladivostok, Putin se mostró confiado en que la visita de Kim “ayudará a entender mejor qué se debería hacer para solucionar la situación de Corea del Norte, lo que podemos hacer juntos y lo que puede hacer Rusia para respaldar los procesos positivos que están en marcha ahora mismo”.
El primer viaje de Kim a Rusia se produce unos dos meses después del fracaso de su segunda cumbre con Donald Trump por discrepancias sobre las sanciones económicas al Norte impulsadas por Washington. Putin, por su parte, quiere aumentar la influencia de Rusia en la región y tener esa ventaja con Estados Unidos.
“Celebramos los esfuerzos para desarrollar un diálogo intercoreano y normalizar las relaciones de Corea del Norte con Estados Unidos”, dijo Putin a Kim.
Asimismo, el presidente ruso le agradeció encarecidamente a su homólogo norcoreano que aceptara la invitación a visitar Rusia, país que comparte poco menos de 20 kilómetros de frontera terrestre con Corea del Norte. El líder ruso recordó que fue el padre de Kim Jong quien impulsó la firma de un tratado de amistad con Rusia.
Por su parte, Kim aseguró que había venido a Vladivostok a tratar “las vías para el arreglo pacífico” del conflicto nuclear en la península coreana, que, en su opinión, despierta un interés “prioritario” en el mundo.
Kim, que también calificó de “muy sustancial” la reunión a solas con el jefe del Kremlin, se mostró “muy contento” de visitar Rusia, a la que categorizó de “amistoso” y “gran vecino”. “Espero que nuestras negociaciones prosigan de la misma forma, de manera útil y constructiva”, aseveró el líder norcoreano.
Cabe resaltar que Pyongyang ha mostrado una creciente frustración por el estancamiento de las negociaciones para la desnuclearización. La semana pasada Corea del Norte probó una nueva arma y pidió la retirada del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de las conversaciones.