SEÚL.- Corea del Norte ha dejado de ser el “enemigo” de Corea del Sur, aunque su armamento nuclear supone aún una amenaza de seguridad, según el informe bienal de defensa de Seúl, publicado este martes.
Fue la primera vez desde 2010, el mismo año que murieron 50 surcoreanos en ataques atribuidos al vecino del Norte, que no se empleó la etiqueta de enemigo y es un signo más de los avances en las relaciones bilaterales en la Península.
El documento del Ministerio de Defensa de Seúl se alejó de la denominaciones del pasado, cuando se calificaba al Norte de “enemigo”, “enemigo actual” o “principal enemigo”. El libro blanco señaló, sin embargo, que las armas norcoreanas de destrucción masiva son una “amenaza a la paz y la estabilidad de la Península de Corea”, en referencia al programa nuclear desarrollado por norcorea.
La categorización de “enemigo” fue durante años fuente de desencuentro entre los dos países, y Pyongyang consideraba que era una constante provocación que demostraba la hostilidad de su vecino del Sur.
El mandatario surcoreano, Moon Jae-in, está buscando una mayor implicación con el Norte luego de que una sorpresiva ronda de contactos diplomáticos sustituyó el año pasado a las amenazas de guerra y ensayos nucleares norcoreanos de 2017.
El reporte también destaca la participación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus esfuerzos para organizar una segunda cumbre que resuelva el estancamiento sobre las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Fue en 1955 la primera vez que Corea del Sur llamó “principal enemigo al Norte, un año después de que Pyongyang amenazase con convertir Seúl en una “mar de fuego”, un término que se utilizó de forma repetido desde entonces cuando las confrontaciones se avivaban.
En el informe el Ejército surcoreano dijo que considera que las “fuerzas” no especificadas “que amenazan la soberanía, territorio, ciudadanos y propiedades “del Sur) son nuestro enemigo”.