MADRID.- El clima político en Cataluña parecía calmarse tras las investidura de Quim Torra, sin embargo los conflictos entre el nuevo gobierno y el español llegaron.
Mariano Rajoy, presidente de España, quiere que el gobierno catalán cumpla la ley y se opone firmemente al nombramiento de cuatro de los consejeros, quienes están presos y/o en falta con la justicia.
«Yo espero que pronto haya un Gobierno, insisto, que sea viable, que cumpla la ley, que dialogue con nosotros y que trabaje por recuperar la normalidad política e institucional de nuestro país», manifestó el mandatario desde la asamblea general del Círculo de Empresarios de Galicia.
La nueva autoridad catalana contraatacó diciendo: «Los consejeros nombrados me piden además que remarque, especialmente, su voluntad de acceder al cargo y que una vez más pida al juez Llarena su puesta en libertad para que puedan acceder a la toma de posesión el miércoles en Barcelona».
La semana pasada, el vocero de Torra aseguró que si Jordi Turull y Josep Rull no están en libertad para el nombramiento, el presidente de la Generalitat se trasladará hasta la cárcel para efectuarlo.