NUEVA YORK.- Los cigarrillos electrónicos llegaron al mercado por primera vez hace aproximadamente una década y desde entonces se han relacionado aproximadamente con casi 20 muertes y más de miles de afecciones en Estados Unidos.
Sin embargo, es demasiado pronto para que produzcan posibles casos de cáncer relacionados a los dispositivos.
Los 40 ratones estuvieron expuestos a mucho más “humo” de lo que lo haría una persona al vapear, para acelerar la causa, pero el equipo de la Universidad de Nueva York (NYU) dice que sus resultados capturan un proceso que hace que los cigarrillos electrónicos de nicotina sean cancerígenos.
Alrededor del 80% de los estadounidenses que han desarrollado lesiones pulmonares relacionadas a estos dispositivos tienen menos de 35 años, entre ellos, el 16% son adolescentes de 18 o menos años.
El director de la investigación, el DR. Moon-shong Tang de la Universidad de Nueva York comenzó a analizar qué podría sucederle al organismo más adelante.
Su trabajo anterior, publicado en 2018, ya había demostrado que el vapor del cigarrillo electrónico podría desencadenar cambios de ADN potencialmente cancerígenos en muestras de tejidos de placas de Petri.
Para ampliar esos hallazgos, expusieron a 40 ratones a altos niveles de “vapor” de cigarrillos electrónicos durante 54 semanas. Nueve de los 40 animales desarrollaron cáncer de pulmón.
Pero cuando pusieron a 20 ratones a través de los mismos ritmos usando humo de cigarrillo electrónico sin nicotina, ninguno de ellos desarrollo cáncer.
Melania Trump pide no promocionar este producto
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, pidió este lunes a las compañías que dejen de promover la venta de cigarrillos electrónicos a menores, diciendo que estos productos son activos y peligrosos.
La primera dama, que tiene un hijo de 13 años, Barron, dijo que se debe alentar a que los adolescentes y jóvenes reconozcan si tiene adicciones a estos productos y tratar de ayudarlos.
“La publicidad de este producto adictivo hacia los niños debe de parar”, aseguró.
La esposa de Donald Trump dijo estas palabras durante un evento de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés) en el área de Washington, para ayudar a reforzar el mensaje antidroga.