RIAD.- Arabia Saudita informó que está creando organismos gubernamentales para impulsar la supervisión de sus operaciones de inteligencia, a raíz de la indignación internacional por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Luego de que el reino admitiera que Khashoggi fue asesinado en su consulado de Estambul el 2 de octubre en una «operación deshonesta» liderada por el entonces jefe de inteligencia adjunto Ahmad al-Assiri y el asesor de la corte real Saud al-Qahtani, el rey Salman ordenó una reestructuración de la agencia principal de inteligencia bajo la supervisión de su hijo, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien ha enfrentado críticas globales sobre el asesinato del periodista a pesar de que el gobierno niega su participación.
Un comité encabezado por el príncipe aprobó la creación de tres departamentos para garantizar que las operaciones de inteligencia estén en línea con la política de seguridad nacional, las normas internacionales de derechos humanos y los «procedimientos aprobados», dijo el jueves la agencia oficial de prensa saudí. La declaración no hizo mención de Khashoggi.
Bessma Momani, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Waterloo, dijo que las modificaciones fueron un intento de desviar la atención del príncipe heredero. «Creo que la óptica de la reforma es clara», declaró a los medios. «El mensaje que se muestra aquí es que hay controles y balances en el sistema, que hay supervisión, pero francamente no trata la nube más grande que cuelga sobre el príncipe heredero, que estuvo implicado en ordenar el asesinato de Khashoggi», explicó con severidad. «El problema clave no desaparece, pero creo que la reestructuración cosmética está destinada a intentar desviar la atención». «La idea aquí es que estos tres departamentos serán supervisados por este comité, y este comité será el príncipe heredero. Creo que es bastante difícil verlo como un esfuerzo genuino».
La dura reacción global sobre el asesinato de Khashoggi ha empañado la reputación internacional del príncipe y ha dejado al reino rico en petróleo debilitado diplomáticamente, según los analistas. También ha puesto bajo la lupa el conflicto en Yemen, que según Naciones Unidas es la peor crisis humanitaria del mundo, y la participación militar saudí en él. El Senado de Estados Unidos votó la semana pasada poner fin al apoyo militar estadounidense a la campaña militar de Riad en Yemen, y además responsabilizó al príncipe Mohammed del asesinato del periodista.