Rusia denuncia que «lo empujan» contra Europa

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Ucrania

MOSCÚ.— Washington y Londres arman a Ucrania para empujar a Rusia contra Europa, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguél Lavrov. Además, sus socios occidentales no permiten a Kiev dar pasos constructivos para alcanzar la paz, dijo el funcionario citado por la prensa rusa.

«Nuestros colegas estadounidenses, nuestros colegas británicos quieren, con el apoyo activo de los alemanes, los polacos y los representantes de los países del Báltico, realmente quieren convertir este conflicto en una verdadera guerra y enfrentar a Rusia con los países europeos; es una iniciativa anglosajona», indicó Lavrov a la prensa rusa.

Según el jefe de la diplomacia del Kremlin, ese plan resulta muy beneficioso para el país norteamericano por su situación geográfica, ya que de la zona del conflicto lo separan «océanos y estrechos». Bajo la mirada de Lavrov, Londres y Washington actualmente impiden que Kiev realice «cualquier paso constructivo».

«Literalmente no solo los saturan de armamento, sino que además los obligan a usar armas cada vez más arriesgadas, para nadie resulta un secreto el hecho de que allí se encuentran instructores extranjeros y expertos que garantizan el funcionamiento de todos estos sistemas, Himars y otros», agregó.

Al referirse a los problemas de la UE en la esfera de la energía, que fueron provocados por las sanciones antirrusas, Lavrov indicó que eso no es un motivo de júbilo para Rusia, pero Moscú tampoco se preocupará especialmente por esa situación. «Creo que tenemos que tomar una postura indiferente: no podemos regocijarnos por el hecho de que la gente en Europa se congele y viva mal», destacó el titular.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anteriormente denunció que los países occidentales tratan de culpar a Rusia de la inflación energética que los afecta, pero ese fenómeno es el resultado de sus propios fallos.

Para Lavrov, otro problema que afecta hoy en día a la UE consiste en un alejamiento de los procesos de integración hacia el camino que conduce a la desintegración. «Las demandas de Bruselas, que no siempre se basan en acuerdos legislativos, comienzan a irritar e impedir que los países construyan su propia vida interna de acuerdo con sus tradiciones, con su religión», aseguró el ministro citado por la agencia Sputnik.