MOSCÚ.- Un acuerdo con Turquía sobre la provincia de Idlib en Siria no se ha implementado completamente, lo que suscita preocupaciones en Moscú y Damasco, informó la agencia de noticias Interfax, citando a un portavoz del Kremlin.
Moscú y Ankara intentaron crear una zona de desescalada en la región el año pasado, donde los actos de agresión estén expresamente prohibidos, para permitir el regreso de miles de sirios desplazados a sus hogares.
La semana pasada, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viajó a Moscú para discutir con su homólogo ruso, Vladimir Putin, los pasos necesarios para estabilizar la situación en Idlib, hogar para cerca de tres millones de sirios, entre ellos algunos combatientes de grupos opositores y sus familiares.
Rusia dijo que la situación se estaba deteriorando rápidamente y que la zona estaba casi bajo el control total de Hay’et Tahrir al-Sham (HTS), un grupo insurgente que anteriormente estaba vinculado a al-Qaeda.
En septiembre del año pasado, Turquía se comprometió a desarmar y eliminar a los combatientes del HTS en Idlib, cuando se firmó el acuerdo con Rusia, el principal aliado del mandatario sirio Bashar al-Assad en la guerra del país árabe.
El acuerdo logró impedir que se lanzara en Idlib una ofensiva del gobierno sirio respaldada por Rusia. Pero el Kremlin anunció que aún no fue implementado en su totalidad, con lo cual no se logró el objetivo de que los desplazados internos, muchas veces reubicados tras ofensivas previas del gobierno sirio en distintos puntos del país, regresen a sus hogares.