MADRID.- España celebrará el próximo 10 de noviembre las cuartas elecciones generales en cuatro años, algo que ya tiene a la población cansada y al país dividido políticamente.
El jefe del gobierno saliente, el socialista Pedro Sánchez, lanzó este lunes la campaña electoral del 10 de noviembre con la promesa de traer “estabilidad” a un país ya fragmentado.
“Somos la única fuerza política que puede ofrecer estabilidad, sentido de Estado y una hoja de ruta clara”, aseguró el jefe del PSOE en un acto en la capital española.
Allí mismo presentó el lema de precampaña de su partido: “Ahora Gobierno. Ahora, España”, Sánchez aseguró que “quien quiera bloqueo tiene mucho donde elegir, a diestra y a siniestra, per quien quiera un gobierno conexionado, tiene al PSOE”.
Sánchez ganó las últimas elecciones del 28 de abril con mayoría simple (123 de 350 diputados) pero no logró el apoyo ni la abstención de otros partidos parlamentarios para poder gobernar en una situación de bloqueo.
Pese a sus promesas de estabilidad, el mismo Sánchez fue incapaz de entenderse principalmente con Pablo Iglesias de Podemos, quien tenía la llave para desbloquear el gobierno.
“No hay tiempo que perder para lamentos ni para juegos de culpas”, dijo a propósito el líder socialista, prometiendo entre otras cosas una ley de eutanasia.
A pesar de de las elecciones vienen, no se vislumbra alguna seguridad de que los resultados vayan a resolver la prolongada inestabilidad política que comenzó desde finales de 2015.