MADRID.— El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, defendió el miércoles que la Unión Europea debe «reconsiderar» su proyecto para imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos para evitar una «guerra comercial».
«Tengo que ser franco y directo. Creo que debemos reconsiderar todos nosotros, no solo los Estados miembros, sino también la Comisión Europea, nuestra decisión», declaró Sánchez en Shanghái en el cierre de una visita a China.
«Como he dicho antes, no necesitamos otra guerra, en este caso una guerra comercial», insistió el jefe del gobierno socialista.
La Comisión Europea, el órgano ejecutivo que supervisa la política comercial del bloque, anunció el mes pasado un plan para imponer durante cinco años aranceles de hasta el 36% a los vehículos eléctricos importados desde China.
En respuesta, el gigante asiático puso en marcha investigaciones para tomar medidas similares contra los productos lácteos o derivados del cerdo importados desde la Unión Europea.
España podría verse gravemente afectada por esta medida al ser el mayor exportador europeo de productos porcinos a China.
El año pasado, el país ibérico vendió 560.000 toneladas de productos de cerdo a China por 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares), según la asociación profesional Interporc.
El dirigente español dijo ante la prensa que había expresado a las autoridades chinas su «sorpresa porque se haya involucrado en esta negociación comercial potenciales sanciones a un sector que nada tiene que ver con el sector de la automoción».
En su viaje a China, el segundo en dos años, Sánchez ha defendido una solución acordada a este diferendo comercial que evite mayores tensiones.
«Creo que tenemos que tender puentes entre la Unión Europea y China», afirmó. «Lo que haremos es ser constructivos e intentar encontrar una solución, un compromiso entre China y la Comisión Europea», agregó.