SANTA MARTA.— Pedro Sánchez defendió este domingo la necesidad de fortalecer la relación entre la Unión Europea, Latinoamérica y el Caribe en tres ejes clave —comercio, inversión y personas— durante la Cumbre Celac-UE celebrada en Santa Marta (Colombia).
El presidente español recordó que fue bajo la presidencia española de la UE en 2023 cuando se decidió relanzar la alianza birregional, “porque el Atlántico no nos separa: nos conecta”, afirmó durante su intervención a puerta cerrada en el plenario.
Sánchez subrayó que la renovación de estas cumbres “fue una prioridad política y hoy es un imperativo estratégico” ante los desafíos comunes: la vulneración del derecho internacional en conflictos como Gaza o Ucrania, los ataques al libre comercio y el debilitamiento de la gobernanza global.
El mandatario destacó que Europa y América Latina deben ser “un faro de estabilidad, prosperidad y apertura” frente al auge de políticas proteccionistas y autoritarias. Con alusiones veladas a las medidas arancelarias y amenazas de Washington, insistió en que solo un sistema internacional basado en reglas puede enfrentar los grandes retos globales: desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial o la justicia fiscal.
Moncloa trabaja desde hace meses en acuerdos sobre seguridad y economía ciudadana, con especial atención a la lucha contra las redes de narcotráfico y trata de personas. También se debatió una regulación conjunta de los flujos migratorios que combine control y cooperación.
Comercio, inversión y personas
En el plano económico, Sánchez reclamó “más ambición” y pidió a los socios avanzar en tres frentes prioritarios. En comercio, abogó por ratificar el acuerdo con Mercosur antes de fin de año y modernizar el pacto con México. En inversión, destacó los 5.300 millones de euros ya movilizados por España dentro de los 9.400 previstos en la Agenda Global Gateway para proyectos de transición verde y digital. Y en personas, defendió el fortalecimiento de los vínculos migratorios y educativos mediante mayor cooperación en movilidad y formación.
España es uno de los mayores contribuyentes europeos a la Agenda Global Gateway, con fondos destinados a iniciativas de conectividad y sostenibilidad. “El vínculo humano es nuestro mayor activo”, afirmó Sánchez, recordando que millones de latinoamericanos y caribeños contribuyen hoy al progreso de España, así como América Latina acogió a miles de europeos en el siglo XX.
Durante su intervención, el presidente reclamó que el próximo secretario general de la ONU sea una mujer, lo que le valió un prolongado aplauso en el plenario.
Ausencias y tensiones diplomáticas
La cita, sin embargo, estuvo marcada por la escasa asistencia de jefes de Estado tras las presiones y amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia varios gobiernos de la región.
Solo ocho líderes de los 60 países invitados asistieron finalmente, entre ellos Lula da Silva (Brasil), Luis Montenegro (Portugal) y Antonio Costa (Consejo Europeo). La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, canceló su viaje por la “escasa participación”.
El presidente colombiano y anfitrión, Gustavo Petro, acusó a Washington de sabotear el encuentro mediante advertencias y presiones diplomáticas. “Les decían a los primeros ministros del Caribe que no vinieran, que me dejaran solo”, denunció.
La tensión también se reflejó en el plano militar: Estados Unidos ha derribado 18 embarcaciones en el Caribe en dos meses, con un saldo de 69 muertos, en operaciones que Trump calificó como “acciones contra el narcoterrorismo”.
Pese a las ausencias, la cumbre reafirmó el compromiso entre Europa y América Latina como socios estratégicos en defensa del multilateralismo, la democracia y el respeto al derecho internacional, en un momento en el que los equilibrios globales vuelven a ponerse a prueba.
