Se endurecerán los planes contra la radicalización yihadista

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PARÍS.- El Gobierno francés anunció este viernes que endurecerá los planes contra la radicalización islamista, centrándose en cuatro ámbitos: las escuelas privadas no concertadas, las redes sociales, el deporte y las prisiones.

Según comentó esta tarde el primer ministro francés, Edouard Philippe, la ciudad septentrional de Lille, el plan cuenta con 60 medidas cuya objetivo es frenar el aumento de personas fichadas como potencialmente radicalizadas, algo que aumentó del 2016 a la actualidad un 60%.

Con el fin de impedir que los yihadistas evangelicen al resto de los reclusos, se crearán 1.500 plazas exclusivas para detenidos radicalizados, de las cuales 450 se esperan tener terminadas antes de fin de año. De 70.000 detenidos actuales en Francia en, 512 están relacionados con el terrorismo y 1.139 presos de derecho común fueron identificados como radicalizados.

Con respecto al control en las escuelas, el objetivo será promover una «reflexión crítica» contra las «teorías del complot», por lo que los responsables educativos serán sometidos a un análisis más minucioso y se pondrá en marcha un equipo de inspectores que realizarán controles en los establecimientos.

«Luchar contra la radicalización islamista es luchar contra los que dicen que la religión musulmana es contraria a los valores de la República», aclaró el primer ministro.

Otro eje central del proyecto, el cual está dirigido a los jóvenes e incluye a las redes sociales, es combatir la propaganda yihadista. La intención del gobierno es crear junto a las principales plataformas web un sistema capaz de detectar y eliminar contenido que promueva prácticas yahidistas.

«El Estado no puedo librar este combate por sí solo. Y, sobre todo, no lo puede hacer sin la participación de los musulmanes de Francia», comentó Philippe, quien hizo hincapié en la necesidad de que la población pueda notificar cualquier tipo de movimiento sospechoso, no solo en las redes, sino en la cotidianidad.

El cuarto área serán las actividades deportivas. Según el primer ministro es necesario promocionar «una cultura común de vigilancia» que destierre el fundamentalismo, generando conciencia en los responsables técnicos de las federaciones deportivas, dueños de gimnasios y cualquier otra actividad física que promueva eventos.