ROMA.- Luigi Di Maio renunció a la presidencia del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), aliado del gobierno del primer ministro Giuseppe Conte en la coalición con el Partido Democrático (PD).
El ministro anunció esto, conmovido, al final e un largo discurso en el que hizo hincapié en la necesidad de volver a fundar el Partido antisistema M5E.
“Confío en ustedes, dijo, confío en nosotros y en los que vendrán después de mí. Para llegar aquí hicimos saltos mortales. Comenzaron Beppe y Gianroberto y a ellos va todo mi sincero agradecimiento”.
La renuncia de Di Maio es signo de las divisiones al interior del M5E y agrega un punto de tensión adicional en la compleja relación de los partidos cogobernantes, que por muchos años fueron rivales.
Vito Crimi, político de bajo perfil que dirige la Comisión de Reglas del partido será quien quede a cargo del M5E, hasta que se elija un nuevo líder. Así lo anunció Di Maio, que mantendrá su cargo como canciller.
Crimi confirmó que la salida de Di Maio no afectará la estabilidad el Gobierno, un mensaje que fue sostenido por un comunicado oficial del primer ministro, Giuseppe Conte, quien en septiembre del año pasado reformó todo su gabinete con el espaldarazo del M5E y el Partido Democrático, tras la salida de la Liga, partido de derecha liderado por Matteo Salvini.
Sin embargo, expertos políticos consideran que la renuncia de Di Maio es muy ominosa para el futuro de la coalición gobernante y hay temores de que más defecciones terminen por dejar a la alianza sin mayoría parlamentaria.
Asimismo, la salida de Di Maio se produce a días de que la región de Emilia Romagna, donde la Liga de Salvini amenaza con poner fin a 75 años de poder del PD y disminuir las posibilidades de supervivencia del gobierno.
Otro punto que quedó a la deriva es la identidad a futuro del Movimiento antisistema. Algunos piensan que se debería formar una alianza a largo plazo con el PD. Pero varios prefieren que el partido mantenga su equidistancia respecto a los demás partidos.