DOHA.- Las conversaciones de paz críticas entre los talibanes y el gobierno afgano en Catar parecieron haber sido suspendidas luego de una discusión sobre quién debería asistir.
Sultan Barakat, director del Centro de Estudios sobre Conflictos y Humanidades de Catar, la organización que patrocina las conversaciones, publicó en Twitter las noticias del aplazamiento y dijo que «desafortunadamente esto es necesario para lograr un mayor consenso sobre quién debería participar en la conferencia».
Las conversaciones, programadas para el viernes entre representantes afganos y talibanes, se consideraron un primer paso significativo para encontrar un fin negociado de la guerra en Afganistán y el eventual retiro de las tropas estadounidenses, que pondría fin a la guerra más larga de Estados Unidos.
Catar anunció el jueves una lista de 243 personas. Esa lista difería de la de 250 personas del presidente afgano Ashraf Ghani, que incluía a muchas más mujeres, según un alto funcionario del gobierno, que habló bajo condición de anonimato.
Los talibanes no hicieron comentarios de inmediato, pero Zabihullah Mujahed, portavoz del grupo, cuestionó el miércoles el tamaño de la delegación del gobierno y dijo que no era «normal» y que no tenían «planes» de reunirse con tanta gente.
Los esfuerzos para encontrar el fin de la guerra en Afganistán se han intensificado desde el nombramiento en septiembre del enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, quien ha mantenido varias rondas de conversaciones con los talibanes.
Khalilzad dijo que estaba «decepcionado de que la iniciativa intra-afgana de Catar se haya retrasado». «Estamos en contacto con todas las partes y alentamos a que todos sigan comprometidos con el diálogo», escribió el enviado en Twitter. «Insto a todas las partes a aprovechar el momento y volver a encarrilar las cosas al aceptar una lista de participantes que hable por todos los afganos», agregó.
Los talibanes se habían negado previamente a mantener conversaciones directas con el gobierno de Ghani, llamándolos títeres de Estados Unidos. Sin embargo, después de la presión de Khalilzad y el gobierno de Doha, donde el movimiento mantiene una oficina política, acordaron un diálogo entre afganos que incluye a miembros del gobierno.
Washington ha estado celebrando negociaciones bilaterales de paz separadas con los talibanes en Doha como parte de un esfuerzo de paz de un mes de duración liderado por Estados Unidos.
Los acontecimientos se producen a medida que nuevos estallidos de violencia arrasan Afganistán, con los talibanes lanzando su llamada ofensiva de primavera. Los talibanes ahora controlan o influyen en casi la mitad del país, y el año pasado fue el más mortífero para los civiles.