ISLAMABAD.- Seis oficiales de seguridad murieron en un ataque en el sudoeste de Pakistán cuando su convoy sufrió fuertes disparos en una zona montañosa cerca de la frontera con Irán.
La provincia de Balochistan, en Pakistán, se ha visto afectada por varios ataques contra el personal de seguridad, pero el número de incidentes a gran escala ha disminuido significativamente desde 2016.
El ministro de Información de la provincia, Zahoor Ahmed Buledi, dijo a la agencia de noticias Reuters el viernes que seis miembros de la fuerza paramilitar del Cuerpo Fronterizo a cargo de la seguridad en la región murieron en disparos «pesados» a lo largo de un tramo montañoso en el distrito de Kech. Otros catorce resultaron heridos.
El Ejército de Liberación de Baloch (BLA) y Baloch Raji Ajoie Sangar (BRAS), grupos separatistas armados baloch, se han atribuido la responsabilidad del ataque, en declaraciones enviadas por correo electrónico a los medios.
Quetta, la capital de la provincia de Balochistán, ha estado a menudo en el centro de los ataques tanto de grupos armados religiosos como Tehreek-e-Taliban (también conocido como talibán pakistaní) y separatistas armados de la etnia baloch que luchan por su independencia de Pakistán.
El mes pasado, tres hombres del separatista Ejército de Liberación de Baloch irrumpieron en la embajada china en la metrópolis de Karachi, al sur del país, matando a dos policías. Fueron baleados y asesinados por la policía antes de que pudieran ingresar al complejo con un auto lleno de explosivos.
A pesar de sus ricas reservas de minerales y gas natural, Balochistán sigue siendo la provincia más pobre de Pakistán y es el centro de una larga rebelión de separatistas que sostienen que el estado está apoderándose de sus tierras.
En julio, un atacante suicida detonó en medio de un mitin electoral en la provincia, matando a 128 personas, incluido el candidato electoral Siraj Raisani. Estado Islámico se responsabilizó de aquella explosión.