WASHINGTON.- Los senadores estadounidenses votaron recomendar que el país norteamericano deje de apoyar a la coalición saudí-emiratí en la guerra en Yemen, junto con una resolución no vinculante que afirma que Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita, es responsable del asesinato de Jamal Khashoggi, en dos medidas que desafían directamente al presidente Donald Trump.
La votación bipartidista del jueves se produjo más de dos meses después del asesinato de Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul y luego de que Trump se negara a afirmar que la cúpula del reino tuvo la culpa. Si bien los oficiales de inteligencia de Estados Unidos llegaron a la conclusión de que el príncipe Mohammed debe haber conocido al menos el complot, Trump ha elogiado repetidamente a su aliado.
La frustración con el príncipe heredero y la Casa Blanca llevó a varios republicanos a apoyar la resolución de Yemen, un reproche al aliado de larga data. A otros ya les preocupaba la brutalidad de la guerra de Yemen, donde una coalición de Arabia Saudita respaldada por Washington lanzó una intervención en 2015 a través de una campaña aérea masiva dirigida a los rebeldes hutíes. Según grupos de derechos humanos y un monitor de guerra, más de 60.000 personas han muerto a causa de la campaña de bombardeos o el hambre y otras condiciones desde que comenzó la guerra.
La votación del Senado sobre la resolución de Yemen fue 56-41, aunque es poco probable que la Cámara de Representantes la considere. Por eso, los analistas creen que la votación fue simbólica, enviando un mensaje a la administración de Trump de que el control de la política exterior de la Casa Blanca ya no va a pasar desapercibida.