Sequía en la laguna Concepción revela amenazas

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Bolivia

LA PAZ.— Hoy no queda ni una gota de agua en la laguna Concepción, de 5.132 hectáreas de extensión, ubicada en el Bosque Seco Chiquitano, en Santa Cruz. Mucho menos vida acuática.

Tampoco hay aves. El lugar se secó por completo por la deforestación del ecosistema en el que habita, la contaminación con agroquímicos y la vasta actividad agrícola a su alrededor.

Pese a ser declarada en 2022 como sitio Ramsar (humedal designado de importancia internacional bajo el Convenio homónimo), y constituida en 2009 como Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (UCPN), no fue preservada por las autoridades locales y nacionales.

Los síntomas como la mortandad de peces y antecedentes de la reducción del nivel de agua no fueron suficientes para auxiliar a la riqueza natural, y pereció tras una agonía de tres años.

La Fundación Para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), con sede en Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento, realizó un estudio en 2019 para ver la situación de los ecosistemas en el área de la Serranía Chiquitana; y mediante imágenes satelitales hallaron que alrededor de la laguna la deforestación era muy alta y que la extensión del agua se redujo considerablemente.

«Empezamos a revisar cómo estaban los humedales y lagunas en la Chiquitania y notamos que se estaban reduciendo. En diciembre de 2021 notamos que la laguna Concepción estaba casi seca.

A principios de este año usamos imágenes del satélite Sentinel 1 y detectamos que el lago estaba completamente seco», confirmó Oswaldo Maillard, responsable del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano, de la FCBC, en entrevista exclusiva con la agencia de noticias Sputnik.

Con el estudio también identificaron que en la cuenca alta del río Parapetí, que alimenta a la laguna Concepción, se intensificó la cantidad de áreas agrícolas que requieren altas cantidades de agua, por lo que se realizaron desvíos del agua a grandes extensiones de cultivos de arroz y soya.

 Bolivia y el planeta entero perdieron una gran cantidad de agua que hidrata a cerca de 250 especies de aves, entre cigüeñas, cardenales y piyos, además de aves migratorias que llegaban desde el sur de la Patagonia y el norte de Sudamérica.

Las aves y peces, entre otros animales, dependen del agua que había en la laguna, y la actividad humana está poniendo en riesgo todo un ecosistema. Además, el daño también alcanza a la vegetación en la zona, porque si la sequía se prolonga por años, los árboles y palmeras se secarán.

En esta historia, aparentemente, las autoridades bolivianas son las principales ausentes que no ejecutaron las medidas adecuadas para preservar la laguna Concepción.