MOGADISCIO.- El gobierno de Somalia ha ordenado que el máximo funcionario de las Naciones Unidas en el país se vaya, acusándolo de interferir con la soberanía nacional días después de que expresó su preocupación por las acciones de las fuerzas de seguridad somalíes, apoyadas por la ONU.
El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo el martes que Nicholas Haysom, el Representante Especial del Secretario General de la ONU para Somalia, «no es necesario y no puede trabajar en este país», declarándolo efectivamente persona non grata.
«La decisión se produce después de que violó abiertamente la conducta apropiada de la oficina de la ONU en Somalia», se lee en un comunicado.
Haysom envió una carta fechada el 30 de diciembre al ministro de Seguridad Interior expresando preocupación por «la presunta participación de las fuerzas de seguridad somalíes apoyadas por la ONU en el arresto de Mukhtar Robow el 13 de diciembre, la muerte de 15 civiles el 13, 14 y 15 de diciembre y el arresto de aproximadamente 300 personas involucradas en las manifestaciones los días 13, 14 y 15 de diciembre».
Robow, el individuo al que se hace referencia en la carta, es un ex miembro del grupo armado al-Shabab, cuyo intento de convertirse en un líder regional en el país en una elección el mes pasado fue bloqueado.
El Ministerio de Seguridad Interna dijo que Robow fue arrestado bajo sospecha de que había traído combatientes y armas a la ciudad sureña de Baidoa, la capital de la región sudoeste donde se postula para presidente.
Su arresto provocó enfrentamientos entre milicianos leales a Robow y fuerzas somalíes. Las fuerzas de seguridad de Etiopía, que forman parte de una fuerza de paz de la Unión Africana en Somalia, también participaron en la violencia.
La decisión de exigir la partida del diplomático se produce horas después del ataque al complejo de la ONU en la capital somalí de Mogadiscio. Siete morteros cayeron dentro del complejo, lo que causó la herida de dos miembros del personal de la ONU y un contratista. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó enérgicamente el ataque e instó a las autoridades somalíes a «investigar el ataque y llevar a los responsables ante la justicia». Según informes de la ONU, Al-Shabab se atribuyó la responsabilidad del ataque.