BERNA.— Una medida de Estados Unidos para imponer aranceles a las importaciones de lingotes de oro de un kilogramo y 100 onzas está generando nuevas turbulencias en el mercado mundial de metales preciosos y amenaza con alterar los flujos comerciales desde Suiza y otros centros clave de refinado.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) aclaró que estos lingotes estarán sujetos a aranceles y no exentos, como inicialmente había entendido la industria, según personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas. La decisión fue reportada por primera vez por el Financial Times.
Los futuros de oro en Nueva York alcanzaron un máximo histórico, mientras operadores, analistas y ejecutivos de todo el sector reaccionaban con desconcierto. La medida podría trastocar los flujos comerciales desde Suiza y otros centros clave como Londres y Hong Kong. Las exportaciones suizas de oro se han convertido en un punto de fricción en sus negociaciones comerciales con EE. UU., después de que un aumento en los envíos a comienzos de este año disparara el déficit comercial estadounidense con el país alpino.
Operadores y analistas intentan esclarecer si los aranceles ya están en vigor, si se aplican a todos los países o si existen vías para evitarlos. Algunos incluso plantean que podría tratarse de un error de la CBP y que la decisión podría ser impugnada legalmente.
Los comerciantes de metales preciosos habían previsto que los lingotes de un kilo y 100 onzas quedarían exentos de otros aranceles de Donald Trump, incluido el sorpresivo gravamen del 39% que impuso a Suiza. Sin embargo, la CBP los ubicó bajo códigos aduaneros sujetos a impuestos, según el FT, que citó una carta detallando la resolución.
“El oro se mueve constantemente entre bancos centrales y reservas de todo el mundo”, dijo Robert Gottlieb, exoperador de metales preciosos y director gerente en JPMorgan Chase & Co. “Nunca pensamos que podría verse afectado por un arancel”.
La administración Trump ha generado múltiples sobresaltos mientras teje un entramado complejo de aranceles a las importaciones de EE. UU., aplicados por distintos motivos y a diferentes tasas. El mes pasado, los futuros de cobre en EE. UU. se desplomaron después de que la Casa Blanca, de forma inesperada, excluyera al metal refinado —el producto más comercializado— de un gravamen del 50%.
Directivos de dos grandes refinerías de oro en Asia, que pidieron el anonimato por tratarse de información sensible, afirmaron que han pausado sus envíos a EE. UU. hasta tener mayor claridad.
Los lingotes de un kilo son la forma más común en el mercado Comex, el mayor mercado de futuros de oro del mundo, y constituyen la mayor parte de las exportaciones de oro suizo a EE. UU. Este gravamen añade presión a la presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, después de que Trump impusiera a Suiza la tarifa nacional más alta entre los países desarrollados. Keller-Sutter viajó de urgencia a Washington el jueves para tratar de influir en la Casa Blanca, pero regresó sin éxito tras no conseguir una reunión con Trump.
Cambio drástico
La medida se suma a un año ya agitado para el oro y provocó un aumento en la prima de los futuros de Nueva York sobre los precios internacionales. El viernes, los contratos con entrega en diciembre superaron en más de 100 dólares por onza el precio de referencia en Londres, ante las apuestas de que los aranceles entorpecerán las importaciones.
Las importaciones y exportaciones de todos los países se clasifican con un intrincado sistema de códigos que define el alcance de cualquier gravamen. Según el FT, la carta de la CBP señala que los lingotes caen bajo el código 7108.13.5500 —y no el 7108.12.10, exento de aranceles—, lo que los clasifica como “semimanufacturados” en lugar de “no trabajados”, de acuerdo con la Comisión de Comercio Internacional de EE. UU.
No está claro si otros tipos de lingotes, como los de 400 onzas —los más comercializados en Londres—, estarán sujetos a tarifas. De no ser así, podrían enviarse a EE. UU. y recastearse en bloques de un kilo, señaló un directivo de una refinería que pidió no ser identificado.
Aun así, un escenario así volvería inviable el contrato del CME, según Nikos Kavalis, director gerente de la consultora Metals Focus Ltd. “La diferencia entre el precio spot y el de futuros se verá afectada por problemas de capacidad. No creo que eso convenga a nadie”, advirtió. “Sospecho que se trata de un malentendido o error por parte de las autoridades aduaneras, o si no es un error, es una evaluación equivocada. Creo que será impugnado legalmente o a través de lobby”.