JOHANNNESBURGO.- El número de casos de cólera entre los sobrevivientes de un devastador ciclón que arrasó Mozambique alcanzó los 139, según autoridades, mientras la golpeada nación espera recibir un millón de dosis de vacunas.
La devastación dejada por el ciclón Idai en Mozambique, Zimbabwe y Malawi es tan grande como para considerarla una de las catástrofes más grandes en el hemisferio sur. La ex primera dama de Mozambique, Graça Machel, consideró que la ciudad de Beca “pasará a la historia como la primera urbe devastada por el cambio climático”.
Tras el paso de Idai, la preocupación de los miles de sobrevivientes es el cólera, una enfermedad que se transmite a través de comida y agua contaminada que provoca una diarrea aguda y puede matar a un paciente en cuestión de horas si no recibe una solución de rehidratación oral o fluidos por vía intravenosa en los casos más severos.
La Organización Mundial de la Salud advirtió de un “segundo desastre” sí enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, se extienden por la devastada región. El martes dijo que se enviaron 900.000 vacunas orales contra el virus en la región.
“Pueden imaginar que estamos sentados sobre una bomba de relojería con el agua y el saneamiento”, señaló el secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la semana pasada tras visitar una escuela donde se refugiaban 3.000 sobrevivientes con solo seis baños para todos.
Algunas zonas más afectadas siguen aisladas y sin recibir ayuda 15 días después del paso del devastador ciclón.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo este viernes que dependen de un agua altamente contaminada, añadiendo que se necesita agua potable y suministros médicos con urgencia.
La situación es crítica, incluso en la ciudad portuaria de Beira, el centro de operaciones internacionales de ayuda, algunos de sus 500.000 residentes recurrieron al agua estancada a un lado de la carretera, aumentando el riesgo de sufrir diarrea, apuntó la ONG Médicos Sin Fronteras.
La cifra de decesos aumento por el momento a al menos 468 personas en Mozambique, a las que se suman al menos 259 en Zimbabue y 56 más en Malawi. Las autoridades advirtieron que el dato es provisional y el definitivo podría no conocerse nunca. Algunos cuerpos fueron hallados enterrados sin ser registrados por las autoridades, mientras que otros fueron arrastrados por las fuertes corrientes.
Se espera encontrar más cadáveres una vez descienda el nivel del agua.
Naciones Unidas dijo que alrededor de 1,8 millones de personas necesitan ayuda urgente en la devastada región rural. El hambre es otra de las preocupaciones, ya que el desastre climático arrasó las cosechas que estaban a punto de ser recolectadas.