TAIPÉI.—Taiwán emitió una condena el sábado en respuesta a las maniobras militares iniciadas por China en las proximidades de su territorio. Estas maniobras fueron desencadenadas después de una visita del vicepresidente del gobierno taiwanés a Estados Unidos, lo que generó la irritación de Pekín.
El ejército chino puso en marcha ejercicios militares simulados alrededor de Taiwán el sábado, presentándolos como una «advertencia seria» dirigida hacia la isla y en reacción a la visita del vicepresidente taiwanés, William Lai, a Estados Unidos.
En un comunicado emitido por Taipéi, el Ministerio de Defensa Nacional condenó enfáticamente este comportamiento calificado como «irracional y provocador». Además, se anunció que se movilizarán las fuerzas apropiadas en respuesta para salvaguardar la libertad, democracia y soberanía de Taiwán.
Mientras tanto, en esa misma jornada, Pekín también expresó su firme condena a la «nueva provocación» del Partido Demócrata Progresista de Taiwán, por lo que consideró un «pacto» con Estados Unidos, haciendo referencia a la visita de Lai al país norteamericano.
La Oficina de Asuntos de Taiwán del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), que está en el poder, caracterizó la estancia de Lai como un intento «desvergonzado» de buscar el apoyo de Estados Unidos para alcanzar la «independencia de Taiwán», según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
El ejército chino llevó a cabo patrullas conjuntas aéreas y marítimas, así como ejercicios militares navales y aéreos alrededor de la isla de Taiwán, como informó la agencia de noticias estatal Xinhua citando al Comando del Teatro Oriental.
Estos ejercicios tienen como objetivo entrenar la coordinación entre buques y aviones militares, así como su capacidad para asegurar el control de los espacios aéreos y marítimos, y para poner a prueba su aptitud en situaciones de combate real, agregó la agencia.
También se interpretan como una «advertencia seria» dirigida a aquellos que promueven la «independencia de Taiwán» en colaboración con fuerzas extranjeras y provocan situaciones, afirmó la agencia.
Estas maniobras se llevaron a cabo después del viaje del vicepresidente taiwanés, William Lai Ching-Te, a Paraguay, uno de los últimos aliados formales de la isla. Durante este viaje, Lai hizo escalas en Nueva York en su camino de ida y en San Francisco en su regreso. Pekín ya había expresado su desaprobación a estos planes antes del viaje, resaltando su firme oposición a cualquier forma de contacto oficial entre Taiwán y Estados Unidos.