KABUL.- El grupo talibán anunció el viernes su ofensiva anual de primavera, incluso mientras se encuentra en conversaciones de paz con Estados Unidos y antes de las reuniones planeadas con representantes afganos a fines de este mes.
La Operación Fath, que significa «victoria» en árabe, se llevará a cabo en todo Afganistán con el objetivo de «erradicar la ocupación» y «limpiar a nuestra patria musulmana de la invasión y la corrupción», declaró el grupo en un comunicado.
La ofensiva anual de primavera marca tradicionalmente el inicio de la llamada temporada de lucha, aunque el anuncio es en gran medida simbólico, ya que en los últimos inviernos los talibanes han seguido luchando contra las fuerzas afganas y estadounidenses.
La administración del presidente Ashraf Ghani declaró su propia ofensiva de primavera el mes pasado, la Operación Khalid, y los talibanes utilizaron ese anuncio como justificación para lanzar un nuevo impulso.
Muestra que «el enemigo aún busca alcanzar sus objetivos maliciosos mediante el uso de la fuerza», sostuvieron los talibanes. El grupo llamó a los soldados afganos, la policía y otros combatientes a favor del gobierno a unirse a ellos.
Agregó que continuará luchando a pesar de los avances que ha logrado en todo el país debido a que las fuerzas internacionales continúan teniendo influencia militar y política, incluido el lanzamiento de ataques con bombas y ataques a tierra. «Nuestra obligación yihadista aún no ha terminado», afirmó.
Qais Mangal, portavoz del Ministerio de Defensa de Afganistán, consideró que la ofensiva de primavera de los talibanes es «mera propaganda». «Los talibanes no alcanzarán sus objetivos viciosos y sus operaciones serán derrotadas como en años anteriores», declaró.
El grupo controla o disputa alrededor de la mitad del país y las fuerzas de seguridad afganas están sufriendo altas bajas.
En las últimas semanas, Kabul ha disfrutado de una especie de tensa calma. Pero el lunes, tres marines de Estados Unidos murieron en un ataque talibán en la base aérea de Bagram, al norte de la ciudad, y las autoridades de la capital se pusieron en alerta máxima.
Estados Unidos ha mantenido varias rondas de conversaciones con los talibanes en un intento por poner fin a la guerra contra los combatientes. El grupo se ha negado repetidamente a reunirse con el gobierno de Ghani, calificándolo de «títere» de Occidente.
Se espera que se lleve a cabo otra ronda de negociaciones a fines de este mes en Catar, donde los talibanes tienen una oficina política, e incluirán representantes de diversos grupos afganos. Una delegación afgana que no forma parte del gobierno también se reunió con los talibanes en febrero.
Estados Unidos aún tiene cerca de 14.000 soldados en Afganistán, casi 18 años después de la invasión liderada por Washington para derrocar a los talibanes.
En 2018, un récord de 10.993 civiles resultaron heridos o muertos en Afganistán, según cifras de la ONU.
En diciembre pasado hubo informes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planeaba reducir a la mitad el número de soldados estadounidenses en Afganistán, aunque todavía no se ha producido tal reducción.