TEHERÁN.- Irán continuará encontrando compradores internacionales para su petróleo y usará el Estrecho de Ormuz para transportarlo, declaró Mohammad Javad Zarif, el ministro de Relaciones Exteriores del país, advirtiendo que si Washington intenta detener a Teherán debe «estar preparado para las consecuencias».
Hablando en la ciudad de Nueva York el miércoles, el canciller Zarif advirtió a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de no tomar la «loca medida» de intentar bloquear las ventas de petróleo iraní.
Zarif también dijo que estaba en los «intereses vitales de seguridad nacional» de la República Islámica para mantener abiertos el Golfo y el Estrecho de Ormuz, un importante canal de transporte de crudo en la región.
Los comentarios de Zarif en un evento de la Sociedad Asiática se produjeron después de que Washington anunciara el lunes que estaba terminando con las exenciones que han permitido a algunos de los clientes petroleros más grandes de Irán importar combustible de la República Islámica en volúmenes limitados sin enfrentar sanciones fiscales de Estados Unidos.
La medida significa que los compradores deben dejar de comprar en mayo o enfrentar sanciones, declaró la Casa Blanca. Su objetivo es «llevar a cero las exportaciones de petróleo de Irán» para negar a Teherán «su principal fuente de ingresos».
La Casa Blanca informó que Estados Unidos, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos estaban trabajando para «garantizar que los suministros estén disponibles para reemplazar todo el petróleo iraní retirado del mercado».
Tras el anuncio, los precios del petróleo alcanzaron su nivel más alto desde noviembre el martes.
Washington volvió a imponer sanciones petroleras a Irán en noviembre del año pasado, seis meses después de que Trump retirara a Estados Unidos del histórico acuerdo nuclear con Irán de 2015, que había otorgado alivio a las sanciones de la República Islámica a cambio de restricciones en su programa nuclear.
Ocho países (China, India, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Turquía, Italia y Grecia) recibieron un indulto de seis meses de las medidas.
Turquía rechazó el movimiento de Estados Unidos para retirar las exenciones, y el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, sostuvo que «dañaría al pueblo iraní». Mientras tanto, Irán denunció las sanciones petroleras como «ilegales» y acusó a Estados Unidos de cometer «terrorismo económico».
El líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, afirmó el miércoles que «los iraníes no se rendirán» a pesar de los intentos de Washington de aumentar la presión sobre Teherán. «Quieren creer que han bloqueado las ventas de petróleo de Irán, pero nuestra vigorosa nación y los funcionarios, si trabajan duro, abrirán muchos bloqueos», declaró Khamenei en un discurso.