TEHERÁN.- Irán está listo para trabajar con todos sus vecinos para asegurar la paz en Medio Oriente frente a la agresión de Estados Unidos e Israel, dijo el domingo el presidente Hassan Rouhani.
Irán y Arabia Saudita han estado luchando guerras por poderes durante años, respaldando a bandos opuestos en conflictos en Siria y Yemen. Sin embargo, se está ejerciendo presión sobre Teherán después de que el presidente Donald Trump sacara a Estados Unidos de un acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis potencias mundiales e impusiera nuevas sanciones, apuntando al vital sector petrolero de Irán. Arabia Saudita dio la bienvenida a esas movidas.
«Irán está listo para trabajar con los estados regionales para preservar la seguridad en Medio Oriente», aseguró Rouhani en un discurso público en el sur de la provincia de Hormozgan, transmitido en vivo por televisión estatal. «Queremos establecer lazos fraternales con todos los países de la región. Irán nunca ha iniciado ninguna agresión en la región», agregó.
«Los estados regionales que creen que Israel y Estados Unidos pueden establecer la seguridad están equivocados. Nosotros, los musulmanes, debemos garantizar la seguridad regional«, respondió Rouhani a los cantos de «Muerte a América» y «Muerte a Israel».
El lunes, Irán inauguró la tercera y última fase de la extensa refinería de petróleo de la estrella del Golfo Pérsico construida en la ciudad portuaria de Bandar Abbas, en el Golfo. En la inauguración, Rouhani describió las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán como una guerra económica, que según el presidente es «más difícil de enfrentar que la guerra militar».
Rouhani comunicó en un discurso televisado que la refinería existe a pesar de que Estados Unidos «impone las sanciones más severas» a Irán. La refinería tiene una capacidad de 400.000 barriles por día, o aproximadamente el 20 por ciento de los 2,1 millones de barriles de capacidad de refinación diaria de Irán.
Las anteriores propuestas de Rouhani a Arabia Saudita, como después de su elección en 2013, y los esfuerzos de su Ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif en 2017, no han tenido éxito y algunos analistas se mostraron escépticos de que su último intento vaya a ser diferente. «Teniendo en cuenta la hostilidad en curso, no hay posibilidad de un diálogo entre los enemigos del arco», dijo el analista, ciudadano de Teherán, Hamid Farahvashian.
Irán acusa a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos de apoyar a grupos armados que realizan ataques contra las fuerzas iraníes, incluido un atentado suicida el miércoles en la provincia de Irán, en el sureste de Pakistán, que limita con Pakistán.
El grupo Jaish al-Adl que dice que busca mayores derechos y mejores condiciones de vida para la minoría étnica baluchis, se responsabilizó por el ataque que mató a 27 miembros de la élite iraní del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. El IRGC ha amenazado a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán con represalias.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán niegan el respaldo a Jaish al-Adl. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán convocó el domingo al embajador de Pakistán para protestar por el ataque del miércoles.