BRASILIA.- Los camioneros que protestan por el alza en los precios del diésel suspendieron labores desde el lunes y hasta el viernes se mantenían en sus lugares de protesta, a pesar del anuncio hecho de la tregua de 15 días entre el Gobierno y los sindicatos de transportistas.
La huelga paralizo al país y llevó al presidente Michel Temer a convocar al Ejército Nacional y a hacer uso de la fuerza para retirar a los conductores y unidades estacionadas en carreteras y otros caminos.
Temer aseguró que “una facción radical” de transportistas que no se apegó a la tregua, impiden al país reanudar sus actividades. Y señaló energéticamente que las fuerzas militares fueron “activadas”.
Hospitales y escuelas se vieron afectadas por los bloqueos de los camioneros que no permiten el paso de ningún tipo de persona o vehículo. “No permitiremos que los hospitales se queden sin provisiones para salvar vidas” y “no permitiremos que los niños sean afectados por el cierre de escuelas”, enfatizó el mandatario brasileño.
Brasilia, ubicada en el centro del país, es una de las ciudades más afectadas por el paro camionero porque recibe todos sus suministros en camiones que vienen desde la costa.