Tensión en la frontera entre Israel y Líbano

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Líbano

TEL AVIV.— Una sucesión de incidentes han vuelto a poner en el centro de las tensiones a la frontera entre Líbano e Israel.

Los dos países están técnicamente en guerra y están separados por la Línea Azul, una demarcación dispuesta por la ONU tras el retiro de las tropas israelíes del sur libanés en el año 2000.

En el origen del renovado pulso están las dos carpas que la formación chiita Hezbolá instaló desde hace dos meses en las Granjas de Shebaa, en el lado de la frontera que Israel reclama como propio y que también es reivindicado por Siria. Allí y en Kfarchouba, el 6 de julio, las fuerzas israelíes dispararon contra áreas abiertas luego de detectar el lanzamiento de un cohete desde el sur libanés.

Hezbolá, por su parte, rechaza la construcción de una valla y un muro de Israel para tomar el control de Ghajar, una aldea de 3000 habitantes atravesada por la Línea Azul. Su parte norte es reclamada por Líbano y su parte sur está ubicada en los Altos del Golán sirios, ocupados y anexionados por Israel.

En este contexto, el miércoles, cuando se cumplían 17 años del inicio de la última guerra entre Líbano e Israel, tres miembros de Hezbolá resultaron heridos por fuego del Ejército israelí, que denunció un intento de «sabotaje en la valla de seguridad«.

Ese mismo día, las fuerzas israelíes también dispararon fuego disuasorio contra un pequeño grupo de activistas que protestaban cerca de la frontera; y el sábado, lanzaron gases lacrimógenos para repeler a un grupo de 18 libaneses -incluidos el parlamentario Qassem Hashem y algunos periodistas- que cruzaron la Línea Azul, entrando unos 80 metros en territorio bajo control israelí.

Frente a los temores de un recrudecimiento del conflicto, la emisora pública israelí ‘Kan’ reportó que Israel transmitió un mensaje a Hezbolá para advertir que no quiere una escalada, pero que no permitirá «que la valla fronteriza sea dañada o cruzada«. Pero el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, llamó a «liberar» Ghajar y prometió que «esta tierra no será dejada a los israelíes».

Las tensiones en la frontera entre Líbano e Israel son motivo de preocupación para la comunidad internacional. La ONU ha pedido a las dos partes que dese escalen el conflicto y que se comprometan a un diálogo para resolver sus diferencias. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido respuesta positiva por parte de ninguna de las partes.

Las tensiones en la frontera entre Líbano e Israel son un recordatorio de la inestabilidad que persiste en la región. Es importante que la comunidad internacional continúe trabajando para promover la paz y la estabilidad en el Medio Oriente.