JERUSALÉN.- Decenas de personas volvieron a manifestarse este miércoles, por tercer día consecutivo, en Tel Aviv y el norte de Israel tras la muerte de un joven israelí de origen etíope a manos de un policía, un hecho que la comunidad etíope ha tachado de racista.
Las movilizaciones de ayer, que dieron ante un enorme despliegue policial, colapsaron el tráfico en Tel Aviv y zonas aledañas y se registraron incidentes aislados de violencia y alrededor de 15 arrestos.
Solomon Teka, de 19 años, murió por disparos de un policía que no estaba de servicio en ese momento en Kiryat Haim, cerca de Haifa. Según la policía, el agente que mató a Teka había intentando interponerse durante una pelea entre jóvenes.
Después de explicar que era un agente de las fuerzas del orden, algunos jóvenes le habrían lanzado piedras y él, sintiéndose amenazado, habría disparado. Sin embargo, otros testigos oculares niegan que el funcionario público estuviera en peligro.
Durante tres días de protestas, en total, se han arrestado a 140 personas y 111 policías resultaron heridos por el lanzamiento de piedras, botellas y bombas incendiarias durante las manifestaciones en el país, según el último balance de las autoridades.
Benjamin Netanyahu, primer ministro Israelí, y el presiente del país, Reuven Rivlin, llamaron a la calma, aunque reconocieron la necesidad de abordar los problemas a los que se enfrenta la comunidad israelo-etíope.
“La muerte de Solomón Tema es una tragedia inmensa”, dijo Netanyahu. “Se sacarán lecciones de lo ocurrido. Pero hay algo claro: no podemos tolerar los actos de violencia que vivimos ayer”, declaró.
El ministro prometió crear un comité en la Policía para tratar los “comportamientos racistas” dentro de las fuerzas y dijo “comprender la reclamación”. “No podemos ver rutas bloqueadas, ni cócteles molotov, ni ataques contra policías, ciudadanos y propiedades privadas”, añadió.