ABUYA.- Las autoridades de Nigeria desplegaron fuerzas policiales especiales en el norte de Kaduna y declararon un toque de queda de 24 horas en la capital del estado luego de que enfrentamientos entre cristianos y musulmanes dejaran al menos 55 muertos.
El presidente Muhammadu Buhari ordenó el despliegue policial el domingo, ya que el gobierno regional impuso la medida en la ciudad de Kaduna después de que la violencia estallara en sus calles. Los choques siguieron a los enfrentamientos de la semana pasada entre comunidades musulmanas y cristianas en el área de Kasuwan Magani, en el sur de la ciudad.
«La violencia en Kaduna es condenable. La policía ha sido autorizada a hacer todo lo posible para restablecer la calma. Se ha desplegado una Fuerza de Intervención Especial en los puntos críticos», dijo Buhari en Twitter. «El gobierno federal y sus agencias de aplicación de la ley trabajarán con el gobierno estatal y los líderes de la comunidad para garantizar la plena restauración de la paz y la seguridad», informó Buhari en otro mensaje.
La policía comunicó que la fuerza especial desplegada el domingo llevará a cabo detenciones y patrullas de búsqueda, allanará supuestos escondites criminales y hará arrestos en áreas que han sido puntos de escalada o que se considera que están en riesgo de violencia. La gente local, que describió los disturbios en las áreas tanto cristianas como musulmanas de la capital del estado, dijo que también se vieron tropas en las calles de la ciudad.
Un portavoz del gobernador Nasir El-Rufai, en una declaración en Facebook, hizo un llamado a los residentes de la ciudad para que «hagan todo lo posible para defender la paz». Ahmad Abdur-Rahman, el comisionado de la policía estatal, indicó a los reporteros que 22 personas fueron arrestadas en relación con los enfrentamientos.
El estado de Kaduna es donde el norte predominantemente musulmán de Nigeria se encuentra con el sur mayormente cristiano y ha visto ataques previos de violencia sectaria. En febrero, los enfrentamientos dejaron al menos 10 personas muertas y cientos de hogares y negocios quemados. Los principales episodios de disturbios sectarios en 2000 y 2002 mataron a miles de personas. El año pasado, se desplegaron tropas y oficiales de policía adicionales en el estado en respuesta a un estallido de violencia.