BERLÍN.- Se trata de un episodio poco conocido del periodo nacionalsocialista. La ceremonia que se llevará a cabo este lunes es una iniciativa del gran hospital de la capital alemana, Charité, tras tres años de investigaciones.
La ceremonia comenzará a las 15:00 hs en el cementerio de Dorotheestadt, en presencia de un rabino y de miembros de la Iglesia protestante. “Con la inhumación de las muestras microscópicas” extraídas en aquel momento de los cuerpos, “queremos otorgar un poco de dignidad a las víctimas”, indicó el director del hospital Charité, Karl Marx Einhäupl.
La iniciativa es muestra de los esfuerzos, recientes, emprendidos por el hospital para “enfrentar el pasado”, subraya el memorial de la Resistencia Alemana, coorganizadora de la ceremonia.
El hospital señaló que “muchos de sus médicos que ocupan puestos en la dirección transformaron, durante el periodo nacionalsocialista, sus clínicas e institutos en lugares en los que se practicaba medicina racial y de destrucción de los nazis”.
De los detractores nazis que serán enterrados, no queda más que 300 tejidos dispuestos en portaobjetos de laboratorio que los herederos del médico anatomista que realizaba experimentos en aquella época, Hermann Stieve, encontraron en una cajita.
Los restos, apenas visibles, fueron entregados en 2016 al profesor Andres Winkelmann para tratar de identificar a los dueños.
Sin embargo, Winkelmann no pudo averiguar exactamente a cuántas personas pertenecieron estas 300 muestras, pero logró trabajar a partir de 20 nombres y de unas pistas cifradas que establecían un vínculo claro con la prisión de Plötzensee, donde unas 2.800 personas fueron ahorcadas o degolladas por los nazis entre 1933 y 1945.