TEHERÁN.— El Gobierno de Irán eliminó la policía de la moral tras casi tres meses de protestas, según comunicó un alto funcionario de la nación persa.
El anuncio del fiscal general del País, Mohammad Jafar Montazeri, se produce en medio de la convulsión social que comenzó a partir de la detención y posterior muerte de la joven Mahsa Amini, quien fue detenida por ese cuerpo de seguridad por no portar correctamente el hiyab que todas las mueres deben usar, sean practicantes el islam o no.
«La policía de la moral no tiene nada que ver con el Poder Judicial; fue suspendida por la misma institución que la instauró en el pasado«, declaró el fiscal general Mohammad Jafar Montazeri, de acuerdo con la agencia de noticias ISNA.
Ninguna otra autoridad del país asiático ha confirmado la disolución de dicho cuerpo policiaco conocido como Gasht-e Ershad. La noticia se difunde días después de que el presidente iraní, Ibrahim Raisi, declaró que los códigos del islam son intocables, pero la aplicación de la Constitución puede ser «flexible«.
El legislador iraní Nezamoddin Mousavi afirmó que el Gobierno iraní está «prestando atención a las verdaderas demandas del pueblo», pero no especificó si la policía de la moral ya había sido disuelta o está a punto de disolverse, según ISNA.
El Gasht-e Ershad fue fundado en 2006 en la Administración de Mahmud Ahmadineyad. El objetivo de la policía moral es «difundir la cultura de la decencia y el hiyab», así como vigilar el cumplimiento de los códigos de vestimenta estipulados en 1983 tras la Revolución Islámica que derrocó a la monarquía del sha.
Este cuerpo policiaco recibió críticas y señalamientos luego de darse a conocer que Mahsa Amini murió tras ser detenida por no portar bien el hiyab. La causa oficial de la muerte fue un ataque al corazón, pero los familiares afirman que el deceso se debió por los golpes que le habrían propinado.
Desde entonces, miles de mujeres han salido a las calles a protestar en contra del Gasht-e Ershad y en contra de los códigos de vestimenta que aplican en el país.
Las manifestaciones no solo llevaron a la disolución de la policía de la moral: también abrieron un debate respecto al uso del hiyab, como también confirmó el fiscal Mohammad Jafar Montazeri.