SANTA CRUZ.- En la madrugada del miércoles ingresaron 2.300 efectivos del cuerpo policial a la cárcel de Palmasola, donde había unos 4.000 reclusos. El hecho se produjo una semana después de que estallara un motín tras la decisión gubernamental de no permitir el las visitas de niños menores de 6 años a sus familiares presos.
Jose Luis Quiroga, viceministro del Régimen Interior, en conferencia de prensa aseveró “tenemos contabilizadas seis personas que han perdido la vida en este operativo, que se han resistido a la policía con armas de fuego”, señaló el funcionario.
Según Quiroga el motín tuvo como trasfondo una pugna de poder entre los internos, además de que “había un completo desgobierno de Palmasola”, pese a que el ingreso de personas y productos está en manos policiales no se explica todavía como los reclusos consiguieron las armas con las que se resistieron al operativo.
El jefe de la Policía Nacional, general Alfonso Mendoza, aseguró que en el operativo hubo seis uniformados y 18 presos heridos por armas de fuego y elementos cortopunzantes.
En la requisa que contó con la participación de la fiscalía, las autoridades hallaron “una fabrica destiladora de alcohol, un sin fin de puestos de expendio de droga, marihuana, cocaína”, así como las armas usadas por los reclusos para atacar a los uniformados.
A las afueras del penal se aglomeraron decenas de familiares de los reclusos que entre gritos y llanto exigían saber que iba a pasar con sus seres queridos.