WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con usar su poder constitucional para suspender las sesiones del Congreso si tanto la Cámara como el Senado no entran en un receso voluntario para que él pueda nombra a 129 funcionarios, que según él, están siendo bloqueados por legisladores demócratas.
Esta sería la primera vez que un mandatario estadounidense aplique este poder.
“Ejerceré mi autoridad constitucional para levantar las dos cámaras del Congreso”, advirtió el presidente republicano en rueda de prensa desde la Casa Blanca, acusando a la oposición en el Senado de retrasar la confirmación de sus candidatos a varios altos cargos, y señalando que suspender el Congreso le permitirá hacer los nombramientos.
Para hacer estos nombramientos se necesita la aprobación del Senado, y por esa razón el presidente asegura que ha habido un bloqueo por parte de legisladores demócratas para no confirmar a los funcionarios que él postuló.
“El senado debería cumplir con su deber y votar a mis nominados o debería posponerse formalmente para que yo pueda hacer citas y llenar las vacantes”, aseguró Trump.
Por otra parte, Donald Trump dijo que el país probablemente “pasó ya el pico de contagio” de nuevos casos de coronavirus, y agregó que está “situación alentadora” le permitirá anunciar este jueves “directivas” para reabrir la economía.
“La batalla continúa, pero los datos sugieren que en todo el país hemos pasado el pico de nuevos casos”, aseguró el mandatario.
Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia de COVID-19, con más de 630.000 casos positivos registrados según la Universidad Johns Hopkins. No obstante, Trump afirmó que «nuestra estrategia agresiva está funcionando”.
“Esta situación alentadora nos ha puesto en una posición muy sólida para finalizar las directivas para la reanudación de la actividad en los estados”, agregó. Se espera que este jueves el presidente tenga conversaciones con los gobernadores y anunciará el relajamiento de las medidas en algunos estados.
Este lunes, Trump amenazó con invocar su potestad para obligar a los gobernadores estatales a seguir sus pautas sobre la reapertura, lo que provoco un boicot. Posteriormente, el martes se retractó diciendo que no iba a “presionar” a las autoridades estatales.