TEL AVIV.- Hamás liberó el lunes a los últimos rehenes israelíes vivos en Gaza en el marco de un acuerdo de alto el fuego, mientras Israel enviaba a casa a autobuses llenos de detenidos palestinos. El presidente de EE. UU., Donald Trump, declaró ante el parlamento israelí que la paz había llegado a la Tierra Santa.

El ejército israelí confirmó haber recibido a los 20 rehenes, cuya vida se había confirmado, tras su traslado desde Gaza por la Cruz Roja. El anuncio provocó vítores, abrazos y lágrimas entre miles de personas congregadas en la “Plaza de los Rehenes” en Tel Aviv.

En Gaza, miles de familiares, muchos llorando de alegría, se reunieron en un hospital donde autobuses trasladaron a algunos de los casi 2.000 presos y detenidos palestinos que Israel liberaría como parte del acuerdo.

“Los cielos están tranquilos, las armas calladas, las sirenas en silencio y el sol se alza sobre una Tierra Santa finalmente en paz”, afirmó Trump ante la Knesset, calificando de “pesadilla larga” la situación para israelíes y palestinos. “Ahora es momento de traducir estas victorias contra los terroristas en el campo de batalla en el premio supremo: paz y prosperidad para todo Medio Oriente”, agregó antes de partir hacia una cumbre en Egipto para consolidar la tregua.

EE. UU., junto con Egipto, Catar y Turquía, mediaron lo que se describe como un acuerdo de primera fase entre Israel y Hamás para un alto el fuego y la liberación de rehenes por parte de Hamás y de presos por parte de Israel.

Trump llegó al resort egipcio de Sharm el-Sheij una hora antes del atardecer para la reunión de más de 20 líderes mundiales, que presidió junto al presidente Abdel Fattah al-Sisi. Carteles gigantes con Trump y al-Sisi sonriendo y la frase “Bienvenidos a la tierra de la paz” decoraban el camino del aeropuerto al centro de conferencias. Al abrir la cumbre, Trump firmó un documento sobre el acuerdo de alto el fuego junto a Egipto, Catar y Turquía.

Obstáculos formidables persisten

Los rehenes israelíes liberados el lunes eran los últimos vivos de los 251 capturados en los ataques liderados por Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejaron 1.200 muertos y desencadenaron la guerra. El alto el fuego y la retirada parcial de Israel acordados la semana pasada detuvieron una de las ofensivas más grandes de la guerra, un ataque total sobre Ciudad de Gaza que mataba a decenas de personas por día.

Desde entonces, numerosos palestinos han podido regresar a los restos de sus hogares en Gaza, gran parte de los cuales quedaron reducidos a escombros tras los bombardeos israelíes que causaron 68.000 muertos.

Persiste una serie de desafíos críticos para asegurar un alto el fuego duradero, y mucho más para lograr una paz estable. Entre los asuntos inmediatos: recuperar los restos de otros 26 rehenes israelíes que se cree murieron y de dos cuyo destino se desconoce. Hamás advirtió que recuperar los cuerpos podría llevar tiempo, ya que no se conocen todos los sitios de entierro. El lunes se comprometió a entregar cuatro cuerpos; el ejército israelí confirmó la recepción de los primeros dos, y un funcionario dijo que los otros dos se entregaron después.

Se necesita enviar rápidamente ayuda humanitaria a Gaza, donde cientos de miles enfrentan hambruna. El jefe de ayuda de la ONU, Tom Fletcher, destacó la urgencia de “llegar con refugio y combustible a quienes lo necesitan desesperadamente y escalar masivamente el envío de alimentos, medicinas y otros suministros”.

Además, aún quedan por resolver cuestiones cruciales, como la gobernanza y la seguridad de Gaza, y el futuro de Hamás, que sigue rechazando desarmarse. Combatientes de Hamás lanzaron una operación de seguridad en Ciudad de Gaza tras la retirada israelí, matando a 32 miembros de un grupo rival, según fuentes de seguridad palestinas. Trump dijo en su vuelo a la región que Hamás recibió luz verde temporal para mantener el orden: “Quieren detener los problemas, lo han dicho abiertamente y les dimos aprobación por un tiempo”.

La guerra en Gaza también ha reconfigurado Medio Oriente por conflictos colaterales, con Israel lanzando campañas de castigo contra Irán y aliados regionales como Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen. Trump, quien presenta su plan para terminar la guerra en Gaza como catalizador de un amplio acuerdo de paz regional, incluso sugirió la idea de un tratado entre Irán e Israel, asegurando que creía que Irán lo quería: “¿No sería bueno?”

Alegría y alivio de ambos lados

Dos rehenes liberados saludaron a multitudes desde furgonetas rumbo a un hospital israelí, uno ondeando una gran bandera de Israel y formando un corazón con las manos. Videos captaron escenas emotivas de familias recibiendo mensajes telefónicos de sus seres queridos, con rostros iluminados por la incredulidad y la esperanza tras meses de angustia.

Mientras, palestinos se apresuraban a abrazar a los prisioneros liberados por Israel. Miles se reunieron dentro y alrededor del Hospital Nasser en Jan Yunis, en el sur de Gaza, algunos ondeando banderas palestinas y otros mostrando fotos de familiares.

“Me alegro por nuestros hijos que están siendo liberados, pero seguimos sufriendo por todos los que han sido asesinados por la ocupación y por toda la destrucción en Gaza”, dijo una mujer de Gaza, Um Ahmed, a Reuters con voz entre lágrimas.

Los prisioneros liberados llegaron en autobuses, algunos posando desde las ventanas con el signo de la V de victoria. La presencia de combatientes armados y enmascarados de Hamás destacó la dificultad de cumplir la demanda israelí de desarme. Israel debía liberar 1.700 detenidos capturados en Gaza y 250 prisioneros de sus cárceles condenados o sospechosos de delitos de seguridad, incluidos ataques a israelíes.

Samer Halabeya, médico liberado de prisión donde cumplía condena por planear un ataque que hirió a un oficial israelí, se paró junto a su madre llorando en Ramala, en Cisjordania ocupada: “Esperamos que todos sean liberados”, dijo.