WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó este martes como “un golpe de Estado” a la investigación de juicio político que adelantan los demócratas en el Congreso acerca de sus esfuerzos por descalificar a su principal detractor para las elecciones de 2020 con ayuda del gobierno ucraniano.
“A medida que aprendo más y más cada día, llegó a la conclusión de que lo que está ocurriendo no es un juicio político, es un golpe”, publicó el mandatario en Twitter.
As I learn more and more each day, I am coming to the conclusion that what is taking place is not an impeachment, it is a COUP, intended to take away the Power of the….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 1, 2019
Trump fue certero al asegurar que ese supuesto “golpe” pretende “quitar al pueblo su poder, su voto, sus libertades, su segunda enmienda, su religión, su ejército, su muro fronterizo y sus derechos otorgados por Dios como ciudadanos de Estados Unidos”.
El descargo del mandatario se produce después de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, presionara para evitar o retrasar que cinco diplomáticos en actividad y retirados testificaran en la investigación de destitución de Trump.
Y es que en un tono desafiante, la Administración de Trump negó el martes al Congreso acceso a testigos, incluso después de que los demócratas de la Cámara de Representantes advirtieron que tales obstrucciones podrían ser objeto de juicio político.
Pompeo intentó demorar la entrega de documentos y testimonios por parte de cinco funcionarios y exfuncionarios en la investigación contra Trump.
Pompeo señaló que los demócratas intentaban “intimidar” y “abusar” de funcionarios de carrera para que comparecieran y declaró que podría “no ser posible” de la manera en que lo exigen.
Sin embargo, los investigadores de la cámara baja respondieron que sería ilegal que el secretario intentara proteger a Trump al evitar que los funcionarios rindieran testimonio ante el Congreso.
La investigación de los demócratas busca saber si Trump abusó de su cargo al pedir ayuda de Ucrania para dañar la imagen del exvicepresidente Joe Biden, su potencia adversario en 2020.
Si la Cámara de Representantes, que está en manos de la oposición demócrata, vota la destitución del mandatario, la decisión regresará para la dilucidación al Senado, donde hay una mayoría republicano.