WASHINGTON.— La economía rusa, que ha estado sobrecalentada, enfrenta un inminente enfriamiento debido a un estímulo fiscal masivo, tasas de interés en niveles récord, una inflación persistente y las sanciones occidentales. Sin embargo, tras tres años de guerra, Washington podría haberle dado a Moscú un salvavidas.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, está impulsando un acuerdo rápido para poner fin al conflicto en Ucrania, lo que ha generado alarma entre los aliados europeos al excluirlos a ellos y a Kiev de las conversaciones iniciales con Rusia. Además, su postura de culpar a Ucrania por la invasión de 2022 supone un beneficio político y económico para Moscú.
Este movimiento ocurre en un momento en que Rusia enfrenta dos opciones difíciles, según Oleg Vyugin, exvicepresidente del Banco Central de Rusia. Puede frenar el gasto militar mientras busca consolidar sus avances en Ucrania o mantenerlo y afrontar años de crecimiento lento, alta inflación y un deterioro del nivel de vida, lo que conlleva riesgos políticos.
Si bien el gasto público suele estimular la economía, el uso excesivo de recursos en la producción militar en detrimento de sectores civiles ha llevado a un sobrecalentamiento, con tasas de interés del 21% que están frenando la inversión empresarial y dificultando el control de la inflación.
Perspectivas de un acuerdo y alivio de sanciones
«Por razones económicas, Rusia está interesada en negociar una salida diplomática al conflicto», afirmó Vyugin. «Es la única manera de evitar una mayor redistribución de recursos limitados para fines improductivos y de escapar de la estanflación».
Aunque es poco probable que Moscú reduzca drásticamente el gasto en defensa, que representa un tercio del presupuesto, la posibilidad de un acuerdo podría aliviar otras presiones económicas, abrir la puerta a una flexibilización de sanciones y, eventualmente, al retorno de empresas occidentales.
Alexander Kolyandr, investigador del Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA), señaló que la reducción del reclutamiento militar aliviaría las tensiones en el mercado laboral, donde la guerra y la emigración han provocado una escasez de mano de obra y han reducido el desempleo a un mínimo histórico del 2,3%.
Un eventual acuerdo de paz también podría reducir la presión inflacionaria si Washington deja de aplicar sanciones secundarias a empresas de países como China, facilitando y abaratando las importaciones rusas.
Rusia ya siente el impacto en los mercados
Los mercados rusos han reaccionado positivamente a la posibilidad de un alivio en las sanciones. El rublo subió el viernes a su nivel más alto en casi seis meses frente al dólar.
Si bien la economía rusa ha mostrado un crecimiento sólido desde la leve contracción de 2022, las autoridades esperan que el 4,1% de crecimiento de 2024 se desacelere a entre 1% y 2% este año. El Banco Central aún no ve razones sostenibles para reducir las tasas de interés.
Al mantener las tasas en 21% el 14 de febrero, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, advirtió que la demanda ha estado creciendo más rápido que la capacidad de producción, lo que hace inevitable una desaceleración.
El déficit fiscal de Rusia alcanzó los 1,7 billones de rublos ($19.210 millones) en enero, un aumento de 14 veces respecto al año anterior, debido a un adelanto en el gasto del presupuesto de 2025.
Beneficiados y perjudicados por la guerra
El conflicto ha generado oportunidades para algunos sectores, mientras que otros enfrentan dificultades. Trabajadores en industrias vinculadas a la defensa han visto aumentos salariales, mientras que aquellos en sectores civiles lidian con la escalada de precios en bienes básicos.
Algunas empresas han capitalizado la reconfiguración del comercio y la menor competencia. Por ejemplo, el grupo de moda Melon Fashion ha registrado un crecimiento sostenido en sus ingresos y ha duplicado el tamaño promedio de sus nuevas tiendas desde 2023.
Sin embargo, muchas empresas enfrentan serios desafíos debido a las altas tasas de interés. «Con los costos actuales de financiamiento, es difícil para los desarrolladores lanzar nuevos proyectos», explicó Elena Bondarchuk, fundadora de la firma de desarrollo logístico Orientir.
El dilema de Washington: zanahoria y garrote
Mientras Trump ofrece concesiones sobre Ucrania, también amenaza con nuevas sanciones si Moscú no coopera.
«Estados Unidos tiene un gran poder de negociación sobre la economía rusa», explicó Chris Weafer, director ejecutivo de Macro-Advisory Ltd. «El mensaje es claro: ‘Podemos aliviar las sanciones si colaboran, pero si no, podemos hacer que todo sea mucho peor'».