WASHINGTON.- Donald Trump reafirmó las polémicas medidas contra familias de inmigrantes en la frontera, a pesar de las crecientes críticas de la comunidad internacional por los miles de casos de casos de separación de menores en la frontera con Estados Unidos.
El mandatario puso de ejemplo la crisis migratoria que tiene a Angela Merkel, canciller alemana, contra las cuerdas para justificar sus criticadas medidas y aseguró que “Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será”, enfatizo el jefe de Estado.
Según Trump, entre los inmigrantes que buscan entrar al país hay personas que pueden ser potenciales “asesinos, ladrones, y muchas cosas más. Queremos un país un seguro, y eso empieza en la frontera. Y así será”, asevero el presidente de los estadounidenses.
Según los datos aportados por el Senado, entre el 5 de mayor el 9 de junio 2.342 niños y adolescentes fueron separados de sus familias al ingresar clandestinamente al país, en una medida que desató una ola de indignación generalizada a nivel nacional e internacional.
La ONU ya se pronunció frente a la medida del presidente norteamericano. La oficina del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, apuntó claramente que “los niños no “deben ser separados de sus familiares”,como regla general. El Secretario general además cree que refugiados y emigrantes deber tratados con «respeto y dignidad”.
En el coro de los indignados, tuvo también lugar Laura Bush, esposa del exmandatario George W. Bush, quien aseveró que esta política “de tolerancia cero es cruel. Es inmoral y rompe mi corazón”.