TAIPÉI.— Taiwán debería pagar a Estados Unidos por su defensa ya que no recibe nada a cambio, afirmó Donald Trump, candidato republicano a la presidencia, a Bloomberg Businessweek. Esto provocó la caída de las acciones del fabricante taiwanés de chips TSMC.
«Conozco muy bien a la gente de Taiwán, la respeto mucho. Nos quitaron casi el 100% de nuestro negocio de chips. Creo que Taiwán debería pagarnos por la defensa«, dijo Trump en una entrevista del 25 de junio, publicada el martes. «No somos diferentes de una compañía de seguros. Taiwán no nos da nada».
Estados Unidos es el principal apoyo internacional y proveedor de armas de Taiwán, pero no tienen un acuerdo formal de defensa como con Corea del Sur y Japón. Sin embargo, está obligado por ley a proporcionar a Taiwán los medios para defenderse. Taiwán ha priorizado la modernización de su defensa, incluyendo el desarrollo de sus propios submarinos, y ha afirmado en numerosas ocasiones que la seguridad de la isla está en sus propias manos.
En respuesta a los comentarios de Trump, el primer ministro de Taiwán, Cho Jung-tai, declaró que las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos son buenas a pesar de la falta de lazos formales y que el país está trabajando en reforzar sus propias defensas. «Taiwán ha reforzado constantemente su presupuesto de defensa y ha demostrado su responsabilidad ante la comunidad internacional», dijo en Taipéi. «Estamos dispuestos a asumir más responsabilidades; nos defendemos y garantizamos nuestra seguridad».
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán declinó comentar sobre las declaraciones de Trump. Taiwán, que China considera territorio propio, se ha quejado de la actividad militar china en los últimos cuatro años, en un intento de Pekín de presionar a la isla, que tiene un Gobierno elegido democráticamente y rechaza las reclamaciones de soberanía de China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha molestado al Gobierno chino con comentarios que parecían sugerir que Estados Unidos defendería a Taiwán si fuera atacado, desviándose de la postura estadounidense de «ambigüedad estratégica». Washington y Taipéi no mantienen relaciones diplomáticas ni militares oficiales desde 1979, cuando Estados Unidos optó por reconocer a Pekín como el Gobierno legítimo de China y puso fin a un tratado de defensa mutua.
TSMC es el fabricante dominante de chips avanzados que se utilizan en aplicaciones desde inteligencia artificial hasta teléfonos inteligentes y aviones de combate. Los analistas creen que cualquier conflicto sobre Taiwán diezmaría la economía mundial. No hubo reacción inmediata de TSMC, que está en su período de silencio comunicativo antes de su informe de resultados del segundo trimestre.
Las acciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co Ltd (TSMC), el mayor fabricante de chips por contrato del mundo y uno de los principales proveedores de Apple y Nvidia, cerraron el miércoles con una caída del 2,4%, mientras el mercado en general bajó un 1%. «Los comentarios de Trump fueron contundentes. Lo vemos como retórica política», dijo Allen Huang, vicepresidente de Mega International Investment Service. «TSMC es una empresa excelente y se ha impuesto en el mercado a muchas empresas competidoras en Estados Unidos».
TSMC está invirtiendo miles de millones en la construcción de nuevas fábricas en el extranjero, incluidos $65,000 millones en tres plantas en Arizona, aunque afirma que la mayor parte de la fabricación permanecerá en Taiwán. Taiwán también enfrenta un retraso de unos $19,000 millones en la entrega de armas por parte de Estados Unidos, que dirigentes y políticos estadounidenses se han comprometido a acelerar.
Desde 2022, Taiwán se ha quejado de los retrasos en las entregas de armas estadounidenses, como los misiles antiaéreos Stinger, ya que los fabricantes se centraron en suministrar a Ucrania para ayudarla a luchar contra las fuerzas rusas. En abril, el Congreso estadounidense aprobó un amplio paquete de ayuda exterior que incluye apoyo armamentístico para la isla, después de que los líderes republicanos de la Cámara de Representantes permitieran una votación sobre $95,000 millones en ayuda militar para Ucrania, Israel, Taiwán y los socios de Estados Unidos en el Indo-Pacífico.
China celebró dos días de maniobras bélicas alrededor de la isla después de que el presidente Lai Ching-te tomara posesión en mayo, diciendo que era un «castigo» por su discurso de investidura, que Pekín denunció por su contenido separatista. China también ha estado utilizando tácticas irregulares contra Taiwán, como el envío de globos sobre la isla y misiones casi diarias de las fuerzas aéreas cercanas a Taiwán.
Pekín nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán a su control. Lai, que afirma que solo el pueblo taiwanés puede decidir su futuro, ha ofrecido conversaciones en repetidas ocasiones, pero ha sido rechazado.
