WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere que Rusia deje de apoyar las “atrocidades” del régimen sirio y está “preocupado” por la violencia en la región de Idlib, en el noreste del país en guerra, comunicó este domingo la Casa Blanca.
En una llamada telefónica que sostuvo Trump con su par turco, Recep Tayyib Erdogan, el presidente estadounidense se mostró preocupado por la violencia en Siria, y expresó «la voluntad de Estados Unidos de que cese el apoyo de Rusia a las atrocidades del régimen de Bashar al Asad”, dijo la presidencia.
Las fuerzas del presidente Bashar al Asad lograron nuevos avances el domingo en su ofensiva contra el último gran bastión rebelde en la región noreste de Idlib.
Respaldados por la Fuerza Aérea rusa, las fuerzas del gobierno sirio mantienen el asalto en Idlib y áreas de las provincias vecinas de Alepo y Lakatia desde diciembre.
El domingo, después de varios ataques aéreos, las fuerzas del régimen “tenían el control de todas las aldeas y pueblos pequeños alrededor de Alepo por primera vez en 2012”, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Reino Unido.
No obstante, la ofensiva respaldada por Moscú desencadenó el mayor desplazamiento en la guerra civil de Siria, unas 800.000 personas huyen desde diciembre, según Naciones Unidas.
La situación en Siria aumentó las tensiones diplomáticas entre los aliados. Rusia, Francia, Emiratos Árabes Unidos y Egipto apoyan al hombre fuerte Khalifa Haftar, mientras que el gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido por Naciones Unidas, cuenta con el apoyo de Turquía y Qatar.
Por su parte, Rusia criticó el llamado “acuerdo del siglo” para la solución del conflicto palestino-israelí, propuesto por Washington, y aseguró que no contribuirá a mejorar la situación en Medio Oriente porque hace caso omiso a la legislación internacional elaborada en este ámbito, declaró Serguéi Lavrov, canciller ruso.