WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que Estados Unidos saldría de Siria «durante un período de tiempo» y que quiere proteger a los combatientes kurdos respaldados por Estados Unidos en el país en guerra cuando Washington finalmente retire las tropas.
Trump no proporcionó un calendario para la salida militar planeada de Siria, país al cual describió como de «arena y muerte».
El mandatario había anunciado inesperadamente la retirada de las tropas el mes pasado, en contra del consejo de los principales asesores de seguridad nacional y sin consultar a los políticos ni a los aliados de Estados Unidos que participan en la lucha contra Estado Islámico.
El secretario de Defensa James Mattis renunció después del anuncio y Brett McGurk, el principal enviado de Estados Unidos en la lucha contra ISIS, anunció que dejaría su puesto antes de lo esperado debido a la decisión.
Durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca frente a los reporteros, Trump dijo que nunca había establecido un calendario de cuatro meses para el retiro de los 2.000 soldados estadounidenses estacionados en Siria, tal como había trascendido en los días previos.
«Estamos saliendo y nos estamos volviendo más inteligentes», aseguró Trump. «Nunca dije que saldría mañana». Se negó a decir por cuánto tiempo permanecerán las tropas en Siria.
En los últimos días, Trump pareció retroceder ante el rápido retiro que inicialmente ordenó y recalcó que la operación sería lenta. «Estamos enviando lentamente a nuestras tropas a casa para estar con sus familias, mientras que al mismo tiempo, luchamos contra los remanentes de ISIS», expresó el lunes en Twitter.
El senador republicano Lindsey Graham dijo que salió de un almuerzo reciente con Trump sintiéndose tranquilo sobre la política de Siria. Graham informó a los reporteros que Trump estaba comprometido a asegurarse de que Turquía no se enfrentara con las fuerzas de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG) una vez que las tropas estadounidenses se fueran de Siria. Ankara considera al YPG como una organización terrorista y afirma que el grupo es una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha lanzado ataques en suelo turco desde la década de los ochenta.
Según los oficiales de Washington, se recomienda a los comandantes estadounidenses que planean retirarse que los combatientes del YPG que luchan contra ISIS puedan mantener las armas suministradas por Estados Unidos al comenzar la alianza militar contra Estado Islámico. Esa propuesta enojaría a Turquía, donde se espera que el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, mantenga conversaciones en los próximos días.
Trump agregó que no está contento con que los kurdos vendan petróleo a Irán, pero que quiere protegerlos de cualquier manera: «No me gusta el hecho de que estén vendiendo la pequeña cantidad de petróleo que tienen a Irán, y les pedimos que no lo vendan. No estamos encantados con eso». Sin embargo, agregó que quieren «proteger a los kurdos». «Pero no quiero estar en Siria para siempre. Es arena y es la muerte», cerró el mandatario.
