Trump replantea la estrategia de Wall Street con China

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NUEVA YORK.— Según ejecutivos y analistas del sector, más firmas financieras estadounidenses podrían reducir su presencia en China, dividir sus operaciones dentro del país para minimizar riesgos o frenar sus planes de expansión debido a las tensiones geopolíticas que podrían surgir bajo una nueva presidencia de Donald Trump.

China, un mercado lucrativo para los bancos de Wall Street y gestores de activos estadounidenses en la década anterior a la pandemia, se enfrenta ahora a mayores riesgos derivados de las tensiones comerciales y cambios regulatorios que afectan los ingresos de estas empresas.

Trump, quien recuperó la Casa Blanca con una victoria abrumadora, ha propuesto aranceles superiores al 60% sobre las importaciones chinas y eliminar el estatus de nación más favorecida para China.

También se prevé que pueda implementar medidas que restrinjan el flujo de capital estadounidense hacia China, lo que podría afectar a las firmas financieras que colaboran con empresas chinas. Joe Jelinek, director de análisis de Kapronasia, afirmó que Trump probablemente adoptará una postura más agresiva hacia China, lo que incrementará los riesgos regulatorios para las firmas financieras que operan en el país.

El aumento de aranceles y restricciones de capital podría desincentivar la expansión de firmas de Wall Street en China, ya que tendrían que enfrentarse a un mayor escrutinio y posibles problemas de cumplimiento normativo.

Según un alto ejecutivo de una firma financiera estadounidense con licencia en China, la empresa ya está tomando medidas para operar de manera más autónoma en China debido a la incertidumbre que genera el regreso de Trump. «Será un camino complicado para las empresas financieras estadounidenses en China bajo el mandato de Trump«, indicó el ejecutivo.

Algunas empresas ya han comenzado a reducir su presencia en China debido a la desaceleración económica y el aumento de la regulación, lo que ha disminuido el potencial de ingresos.

Los principales bancos de inversión estadounidenses han visto caer sus ingresos de banca de inversión en China, y varias firmas, como Van Eck y Vanguard, ya han reconsiderado o abandonado sus operaciones en el país. Además, más de 10 bufetes de abogados estadounidenses han cerrado oficinas en China debido a las crecientes tensiones.

Christopher Beddor, director de investigación sobre China de Gavekal Dragonomics, advirtió que la relación entre Estados Unidos y China enfrentará una incertidumbre aún mayor bajo Trump. Sin embargo, algunos ejecutivos de Wall Street consideran que podrían aprovechar el impulso de Pekín para ofrecer más acceso al mercado financiero a empresas extranjeras, aunque la situación sigue siendo delicada.