NUEVA YORK.—El exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, se presentó nuevamente en el tribunal de Nueva York, donde se está llevando a cabo el juicio por fraude en la Organización Trump, en el que enfrenta acusaciones. Durante su comparecencia, reiteró sus quejas sobre lo que considera un proceso injusto que interfiere con sus aspiraciones presidenciales.
Originalmente, estaba programado que Michael Cohen, antiguo abogado personal del empresario y actualmente uno de sus principales opositores, testificara en el día de hoy. Sin embargo, su declaración fue pospuesta debido a un problema de salud, lo que llevó a que la sesión se centrara en el análisis de cifras, tablas y correos habituales del caso.
Durante la jornada, declararon una contable de la empresa, quien afirmó que el exjefe financiero Allen Weisselberg le instó a ocultar cifras en un informe de una propiedad para inflar su valor, y un antiguo ejecutivo de una inmobiliaria que señaló discrepancias entre las valoraciones realizadas y las reportadas por la empresa.
Este caso civil se centra en las valoraciones de activos, con la Fiscalía acusando a Trump, sus dos hijos y dos ejecutivos de la Organización Trump de inflar deliberadamente el valor de propiedades durante años para obtener ventajas con bancos y aseguradoras. Como resultado, se les exige el pago de 250 millones de dólares (264 millones de euros al cambio actual) en concepto de daños.
Esta fue la cuarta vez que Trump acudió al tribunal, expresando su frustración ante los medios y manifestando que el proceso judicial obstaculiza sus planes de regresar a la Casa Blanca. La fiscal Letitia James, también presente, reiteró sus argumentos sobre la presunta base fraudulenta del imperio inmobiliario de Trump y su confianza en la victoria en este juicio, que será determinado por un juez y no un jurado.
Antes del inicio del juicio, la Fiscalía ya había obtenido una victoria al establecer que Trump y los demás acusados eran responsables de fraude continuado en la Organización Trump, y se emitió una orden de cancelación de sus licencias de negocio. Sin embargo, los acusados intentaron frenar esta orden argumentando que no era lo suficientemente clara.
A diferencia de su anterior visita, en la que criticó al juez Engoron, esta vez Trump afirmó que respeta al magistrado, aunque insinuó que el Partido Demócrata ejerce influencia sobre él. También expresó su descontento por una reciente «orden mordaza» que le prohíbe atacar o insultar a las partes involucradas en otro caso relacionado con las elecciones de 2020 y el asalto al Capitolio.
Se espera que Donald Trump asista nuevamente al juicio civil por fraude en Nueva York en la próxima jornada, que está previsto que se extienda hasta finales de diciembre, y que posteriormente testifique como parte del proceso.