WASHINGTON.- Este jueves, el presidente Donald Trump y aspirante a la reelección, se enfrentará a su contrincante demócrata Joe Biden, en el último debate televisado en Nashville, Tennessee. A 12 días para las elecciones, el cara a cara se prevé lleno de crispación.
El primer encuentro celebrado a finales de septiembre en Cleveland, Ohio, estuvo marcado por el caos, las constantes interrupciones y los insultos. Biden, de 77 años, se refirió a Trump como un “mentiroso”, un “racista” y un “payaso”. Trump, tres años menor, le replicó afirmando: “no hay nada inteligente en ti”.
Nada indica que el tono va a ser más cortés este jueves, aunque ambos candidatos van a estar separados por una mampara por el COVID-19, después de que Trump diera positivo a principios de mes e incluso ingresara al hospital por unos pocos días.
Trump, que teme convertirse en un presidente de un sólo mandato, acentuó en los últimos días sus ataques personales contra Biden, cuestionando su integrad y acusando a la familia del demócrata de ser una “empresa criminal”.
De hecho, el presidente Trump analiza despedir al director del FBI, Christopher Wray, y al fiscal general William Barr tras las elecciones del 3 de noviembre por no investigar a Joe Biden y a su Hunter por supuestos actos de corrupción en Ucrania, informó este jueves The Washington Post.
El diario cita fuentes conocedoras de la situación, y sostiene que Trump está decepcionado por la inacción de esos dos funcionarios.
Para evitar el caos del primer cara a cara, el micrófono del candidato que no esté hablando va a estar apagado. “Me parece muy injusto”, dijo Trump este miércoles al reiterar su rechazo a la moderadora de la cadena NBC, Kristen Welker, a quien acusó de ser una izquierdista.
El debate en Nashville será para Donald Trump una de sus últimas oportunidades de gran envergadura para intentar cambiar el sentido de su campaña, en la que marcha por detrás de Joe Biden en los sondeos.
Según el promedio de encuestas de RealClearPolitics, Biden le saca a Trump 7,5 puntos porcentuales a nivel nacional, una tendencia creciente, y mantiene una distancia, aunque menor, en los estados pendulares, donde las preferencias de los votantes han oscilado entre republicanos y demócratas.
Más de 44 millones de estadounidenses depositaron anticipadamente su voto a 12 días de las elecciones generales, según el conteo que se lleva a cabo en el marco del Proyecto US Election Project, dirigido por el profesor Michael McDonald de la Universidad de Florida.